Quizá como pocas veces la mirada sobre el desarrollo de un partido de tenis no permita matices en la lectura del resultado. Marco Cecchinato superó a Diego Schwarztman por 6-1 y 6-2 para conquistar el tercer título ATP de su carrera.
Los números, elocuentes, respaldan la forma en que jugó el italiano y la diferencia que hubo entre ambos. Casi como si el domingo fuera la continuidad de su sábado (había derrotado a Guido Pella por 6-4 y 6-2), Cecchinato -primer campeón italiano del torneo- exhibió las virtudes que lo presentan como alguien diseñado para el juego sobre polvo de ladrillo. Consistente, sólido, con golpes parejos y con variantes de ambos lados; físicamente combina velocidad, potencia y resistencia, en dosis muy parejas. Le gusta ser agresivo, mandar desde el centro de la cancha y, al mismo tiempo, sabe jugar en defensa -y no lo sufre-. Con su victoria ocupa desde hoy el N° 17 del ranking mundial, después de una semana en la que fue de menos a más. Al igual que a lo largo de la gira, mostrando en Buenos Aires un nivel de juego y una predisposición para el esfuerzo mucho más alta que en Córdoba.
"Solo gracias. Siempre quise ser jugador de tenis para tener estas sensaciones en casa. Di todo lo que había en el tanque, gran semana", publicó Diego Schwartzman desde su cuenta de Twitter, @dieschwartzman.
Del otro lado de la red, “Peque” Schwarztman hizo lo que pudo, por partida doble. En principio porque su rival le permitió poco, a partir de las virtudes mencionadas, que ayer fueron expuestas de manera rotunda. Además, el argentino pareció vacío a la hora de intentar encontrar soluciones a los problemas que se le presentaban. Vaya un dato para sustentar la afirmación: quien es uno de los mejores del tour cuando juega a la devolución ganó, apenas, ocho puntos sobre el servicio de su rival y no consiguió siquiera una posibilidad de quiebre. ¿Estaba cansado? Así pareció, luego de un sábado en el cual se vio obligado a un desgaste físico y mental poco común, en su victoria ante el campeón defensor, Dominic Thiem. La segunda semifinal resultó uno de esos partidos tensos que se ganan y, al mismo tiempo, te dejan, literalmente, sin nada más. Diego lució sin la energía habitual y no tuvo la postura eléctrica que lo distingue en el circuito.
El campeón argentino que suceda a David Nalbandián (último en ganar este título, en 2008) deberá esperar, al menos, una temporada más. Quizá sea una gran manera para celebrar la 20° edición de un torneo que cambió de dueño, que explotó de público los últimos tres días, que este 2019 despidió a un grandísimo campeón -David Ferrer-, y que superó distintos momentos económicos, con una naturalidad que parece asegurarle todo.
Londero jugará en Río de Janeiro
El cordobés Ignacio Londero se clasificó para jugar el Abierto de Río de Janeiro, al vencer al brasileño Róderio Dutra da Silva. Carlos Berlocq fue eliminado por el boliviano Hugo Dellien.