¿Tendremos que vivir otro año entre bocinazos, insultos, autos estacionados hasta en triple fila en las adyacencias de los 347 edificios de establecimientos educativos de San Miguel de Tucumán? Una nueva ordenanza pretende que los esfuerzos que ya se hacen para apaciguar el tránsito en esos lugares, como prohibir el estacionamiento en horario escolar, tenga más fuerza, más peso.
A partir del inicio del próximo ciclo lectivo el municipio controlará el ascenso y descenso de pasajeros, en las inmediaciones de los establecimientos escolares, según lo determina la ordenanza (4981/2018), cuyo autor es el concejal Raúl Pellegrini, promulgada recientemente por el Ejecutivo capitalino.
Para regular ese movimiento de alumnos y padres, la norma detalla lo siguiente: “Al frente o en zonas cercanas a las escuelas/colegios de nivel inicial, primario y secundario, dentro del radio comprendido entre las avenidas Avellaneda, Sáenz Peña, Roca, Alem, Mitre y Sarmiento, se asignará un espacio no superior al 80 % de una cuadra, de lunes a viernes, de 7 a 19, exclusivo para el ascenso y descenso de escolares. La ordenanza alcanza tanto a transportes escolares, como a taxis y vehículos particulares”.
El objetivo principal -resalta Pellegrini- es el cuidado de los estudiantes y evitar el peligro que provoca el estacionamiento en doble fila y los chicos cruzando y esquivando vehículos mal estacionados. Y a su vez -agrega- esto permitirá reordenar el tránsito y hacerlo más fluido para quienes deban circular por esas zonas en horario escolar.
El concejal aclara que el sistema se plantea fundamentalmente dentro de las cuatro avenidas, pero no quita que se pueda aplicar fuera de ese sector de la ciudad. “El municipio pondrá mas énfasis dentro de las cuatro avenidas. Si se solicita, se puede aplicar en cualquier barrio”, opina. Y por otra parte, dice que hay casos que deben tomarse de manera particular, como sucede con la Normal, que está sobre la peatonal Muñecas, y que los padres dejan a los chicos en Córdoba. Eso resulta peligroso porque esa arteria es un importante corredor de ómnibus. “En esos casos se debe asignar una cuadra cercana en donde puedan descender los escolares. Eso lo determinará la Subsecretaría de Tránsito y Transporte Operativo, que ya viene trabajando sobre este tema”, agrega el edil capitalino.
“Palo y a la bolsa”
La ordenanza sirve, sostiene Enrique Romero, subsecretario de Tránsito y Transporte Operativo, porque supone que es legalizar lo que ya estaban haciendo desde su repartición. “Al proyecto de Pellegrini ya lo aplicábamos. Lo que hacemos es prohibir el estacionamiento de 7.30 a 19.30 (media hora más que lo que dice la ordenanza) de modo tal que esa cuadra sólo sirva para ascenso y descenso. Pero nosotros queremos que los padres o transportistas ocupen el 100 % de la cuadra”, comenta.
El funcionario municipal aclara que aplicar la norma en todos los establecimiento es complicado porque no tienen material humano para controlar. “Apelamos al sentido común para que los padres no estacionen en doble fila o no se queden mucho tiempo y para que los automovilistas no estacionen cerca de las escuelas. Sino, ‘palo y a la bolsa’: se los llevará la grúa o se pondrán multas”, añade.