En pocos ámbitos tiene mayor asidero que en un Dakar la regla de no festejar antes de tiempo. La pericia al volante y el soporte de los equipos más poderosos pueden brindar mayores posibilidades, pero nadie está exento de los peligros que acechan a lo largo del trazado. Y si algo tiene la mala fortuna es que no distingue hijos de entenados: al que le toca, le toca. Y ayer, en la etapa que unió San Juan de Marcona con Pisco, le tocó a tres de los cinco líderes.

En Motos, la más cambiante de las cinco categorías, el sueño de Ricky Brabec se truncó por una desperfecto fatal en el motor de su Honda. Una de las imágenes del día fue la del estadounidense mirando al suelo con resignación, y su casco tirado a lo lejos. El salteño Kevin Benavides (sigue 6°, a 21 minutos) quedó así como la última carta de la marca japonesa para impedir otro triunfo de KTM, que volvió a la cima de la mano de Toby Price, aunque con apenas un minuto de ventaja sobre el chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna).

Mayor fue la sorpresa en Camiones, cuya cima cambió de manos por primera vez desde la largada. Eduard Nikolaev se quedó atascado un rato largo en las dunas y perdió la ventaja que tenía sobre el nuevo puntero, su compañero de Kamaz, Dmitry Sotnikov.

GANADOR. Loeb se adjudicó la etapa 8; sigue viendo desde lejos a Al-Attiyah. twitter @SebastienLoeb

El otro ex líder es Reinaldo Varela, que resignó el dominio de los ultralivianos al pasar más de una hora detenido en mitad del camino. Francisco “Chaleco” López pasó al frente y acaricia el triunfo en su debut en la categoría.

Donde se mantiene el statu quo es en Autos y, sobre todo, en Cuatriciclos. Nasser Al-Attiyah conduce su Toyota con nervio de acero y se mantiene entre los mejores sin arriesgar nada, mientras sus perseguidores acumulan triunfos de etapa sin poder pisarle los talones. Joan Roma y Sébastien Loeb lo siguen a más de 46 minutos.

El único que parece tener el pasto hachado es Nicolás Cavigliasso, que incluso si en un ataque de locura se le diera por echarse una siesta de una hora a la sombra de algún arbusto, seguiría liderando con comodidad. Igual, esto es el Dakar y bajar la guardia está prohibido.