La nueva película interactiva de Netflix, "Black Mirror: Bandersnatch", continua siendo una sensación en redes, pero ahora afronta un nuevo problema legal. El filme recuerda a la serie de libros "Elige tu propia aventura", que circulaban en los años 80. La editorial que publica esos libros decidió demandar a la plataforma porque considera que la empresa de streaming viola sus derechos comerciales, y pretende una compensación económica de no menos 25 millones de dólares.
10 claves y trucos para ver el nuevo fenómeno de Netflix : “Bandersnatch"Según se reveló en la demanda, Netflix había negociado una licencia de la serie infantil desde el año 2016, con la finalidad de realizar una película después, pero nunca hubo un acuerdo oficial que permitiera su uso.
Los libros de "Elige tu propia aventura" fueron toda una novedad por la posibilidad de ir armando la historia con finales alternativos. Cada capítulo concluye con una encrucijada y el lector tiene varias opciones para continuar el relato, lo cual altera el curso de la narración y por ello hay distintos finales. Black Mirror: Bandersnatch tiene una lógica similar, dando al televidente la posibilidad de elegir qué sucede con el relato y así llegar a diferentes resoluciones de la historia.
En el juicio se argumenta que al comienzo de Black Mirror: Bandersnatch el protagonista se refiere a los libros de "Elige tu propia aventura". En el film, el personaje quiere vender un videojuego basado en un libro que está leyendo; a la pregunta de qué libro, responde: "Es un libro de 'Elige tu propia aventura'".
Chooseco fue creada por Raymond Almiran Montgomery, una de las figuras clave de "Elige tu propia aventura". Montgomery, que murió en 2014 a los 78 años, formó parte del grupo que desarrolló la idea y décadas más tarde fundó la editorial para relanzar los libros.
Cabe señalar que tampoco sería la primera vez que Netflix tiene este tipo de problemas legales, ya que en octubre del año pasado recibió una demanda de parte de la Iglesia Satánica de Estados Unidos por utilizar la imagen de uno de sus dioses en “El mundo oculto de Sabrina”.