“Ve por lo que se hace matar”, expresó Juan Granero, refiriéndose a un bolso de color negro que contenía un equipo de música viejo. El hombre estaba parado a la vera de la ruta provincial 305, altura kilómetro nueve. Al frente, la Policía ya había establecido un perímetro de unos 20 metros y había marcado el saco, dos motos (una roja y otra negra), dos armas y una camioneta oficial. Entre la vegetación, detrás de dos banderas y una gruta de El Gauchito Gil (un santo popular, cuya historia está vinculada a robos a los ricos), yacía el cuerpo Marcos García, un joven de unos 22 años.
“Andaba en la calle. Hace menos de un mes había salido de la cárcel por una causa de homicidio. Decía que estaba perdido”, aseguró Granero, quien estaba a la par del hermanastro del difunto.
Ayer, tres jóvenes se enfrentaron a tiros con efectivos de la Policía en la ruta 305, en Las Talitas. Uno de ellos recibió al menos un proyectil y cayó sin vida entre el pastizal y los árboles. Era Marcos García, alías “Cumbia”, según confirmaron en la fuerza de seguridad.
Otro de los involucrados fue aprehendido al caer de la moto, en medio del enfrentamiento. Mientras que el tercer delincuente se dio a la fuga y, al parecer, habría recibido un disparo en la pierna. Tres agentes policiales resultaron ilesos y la Fiscalía de turno, a cargo de Diego López Ávila, no solicitó ninguna medida contra ellos.
“El que se escapó era mi hermano. Acaba de decirme el comisario”, dijo Gonzalo Gallardo, un familiar que había llegado hasta el lugar. “Hace un mes le había comprado la moto. El rodado es mío”, añadió.
“Hace dos días que no iba trabajar. Mi hermano, luego de salir de la cárcel , comenzó a trabajar conmigo. Tengo una panadería y un drugstore en El Colmenar. Me sorprende esta actitud porque andaba bien”, enfatizó Gallardo.
Los tres sospechosos se movilizaban, alrededor de las 11, en una moto roja cuando se toparon sobre la ruta con los policías. En un primer momento, se informó que este grupo había cometido minutos antes un robo en una vivienda del barrio Virgen del Valle y que circulaban por la zona.
Con el paso de la investigación creció, sin embargo, la hipótesis de que los jóvenes habían protagonizado una pelea por droga con el ocupante de la vivienda. El propio dueño de la casilla había denunciado que le habían robado el equipo de música, según fuentes policiales y judiciales.
Por la tarde, los familiares de la víctima atacaron la casa del denunciante, por lo que la Justicia dispuso la intervención de Infantería de la Policía.