Mientras el Gobierno nacional anuncia para febrero el inicio del debate en el Congreso del proyecto de ley que plantea la baja en la edad de imputabilidad en menores que cometen delitos -llevarla de 16 a 15 años-, en Tucumán se instaló la polémica entre los jóvenes. En las consultas de LA GACETA, si bien la mayoría da cuenta que no conoce en profundidad la iniciativa, considera que será positiva en la medida en que se aplique como castigo correctivo y no como una condena criminal.
“A un chico de 16 años que delinque no hay que meterlo en la cárcel de prepo. Hay que guiarlo por el buen camino”, consideró Luca, de 15 años. En este sentido, comparó un caso personal con la iniciativa oficial. “Un amigo de mi colegio fue asesinado y en ese hecho participó un chico de 14 años; hasta el día de hoy está libre y nunca lo castigaron por eso”, relató.
Agostina (15), por su parte, opinó que está de acuerdo con el proyecto y que, “dependiendo de la gravedad del delito, quien lo comete tiene que recibir el castigo que merece”. Valentina (14) no conocía la iniciativa en profundidad, y dijo que había escuchado algo por la televisión. “Me parece que tiene que haber una ley para estos casos”, y planteó la posibilidad de un castigo con correctivos para que los menores que cometieron delitos se reintegren a la sociedad de otra manera.
Diferente fue la posición que adoptó Candela, quinceañera que también escuchó sobre el proyecto por los medios. “Una persona de nuestra edad tiene conciencia de lo que hace. Por ahí se resguarda en que tiene impunidad (por su edad) para delinquir: en realidad no les pasa nada; ni se acercan a la cárcel”, reflexionó. Por eso, asegura que los adolescentes que cometen delitos tienen tendencia a reincidir en situaciones delictivas. “Una persona que roba a los 15 años lo va a seguir haciendo, hasta que lo detenga la ley”, concretó.
Por la calle
Al respecto, Luca agregó su punto de vista: “no puede ser posible que alguien no cumpla con la ley”. “Si un menor asesina, no tiene castigo y anda suelto por las calles; esto es lo que hay que corregir”, aseguró.
Respecto de la edad de imputabilidad, Ulises (15) opina que debería ser desde los 14 años, y no desde los 15, la iniciativa oficial. “Ya con esa edad salen a la calle a robar”, aseguró.
Por su parte, Florencia (15) duda que todos los casos sean penalizados de la manera correcta, en caso de concretarse la iniciativa: “el proyecto está bien por como están las cosas; pero (la imputabilidad de un adolescente) depende mucho de la situación del menor, del grado de conciencia al momento del delito y la razón para hacerlo”, señaló la quinceañera.
En este aspecto, Lourdes concuerda en que la responsabilidad por la conducta delictiva de un joven no es enteramente propia, sino que, en muchos casos, el entorno tiene injerencia directa en el accionar delictivo. “Estaría bien que se aplique esa ley porque los menores de edad son inducidos a veces por los padres a delinquir”. Y comentó: “esos chicos saben que lo que hacen está mal, pero lo hacen porque le temen al castigo de los padres”.
En la conversación interviene Santiago (14), quien también pone énfasis en los motivos que llevan a los menores a delinquir, y que deberían ser contemplados en la ley que impulsa el Gobierno nacional. “Quizá lo hacen porque están errados en lo que significa cometer un delito. Puede ser que lo ejecute porque en su familia tienen necesidades o quizá sea lo único que sabe hacer”.
Lourdes, en tanto, piensa que castigar a menores con prisión por delitos graves no es parte de la solución. “Los ambientes carcelarios no hacen reflexionar a un chico sobre lo que ha hecho”, resaltó.
En este sentido, Luca concuerda con el relato y plantea su argumento: “la solución nunca está en la aplicación de la violencia ni en el castigo; es una persona, antes de todo”.
Lo llamativo de todos los testimonios es que todos evitaron usar la palabra “cárcel” a la hora de opinar sobre los castigos a menores por cometer delitos. Se inclinaron a buscar las formas de recuperar al menor para su futura convivencia en sociedad.
Cabe señalar que hoy, los menores de 16 años son inimputables. El proyecto oficial precisa que los menores de 15 años que cometan delitos tendrán penas de hasta 10 años. También contempla un programa de asistencia a través de la intervención de equipos interdisciplinarios (médicos, psicólogos, psicopedagogos, docentes, especialistas en adicciones y trabajadores sociales) con el fin de contenerlos.