La Constitución venezolana estipula que cada 10 de enero debe iniciarse el período presidencial en ese país. Así lo hará hoy Nicolás Maduro, en lo que será su segundo mandato como presidente de Venezuela para el período 2019-2025, a pesar de que varios países, incluido EEUU, no lo reconozcan como un gobierno legítimo. Varios jefes de Estado americanos anunciaron una ofensiva diplomática contra el líder de la cúpula “chavista”, buscando forzar la celebración de elecciones democráticas.

El ascenso al Palacio de Miraflores usualmente se escenifica con una ceremonia en la Asamblea Nacional (AN) ante una representación internacional. No obstante, esta vez será muy distinto.

De momento, en el ámbito regional, sólo confirmaron su asistencia los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega; de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Bolivia, Evo Morales; y de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, miembros del eje bolivariano que se encuentra en declive debido al cambio de signo político de América Latina. Turquía confirmó que también concurrirá con una delegación.

Trece de los 14 países que forman el Grupo de Lima (GL), creado para buscar una solución a la crisis en Venezuela, ya han anunciado que no asistirán. Entre ellos, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú. Los 12 emitieron una declaración donde admitieron no reconocer la legitimidad del nuevo periodo presidencial. México, único integrante del grupo que no adhirió a la declaración, enviará al encargado de negocios de su Embajada en Caracas, marcando distancias, aunque sin romper lazos.

En la Organización de Estados Americanos (OEA) el secretario general, Luis Almagro, pidió activar la Carta Democrática contra Venezuela, lo cual podría derivar en la suspensión del país como Estado miembro. En la Unión Europea se considera que las elecciones no fueron ni libres ni creíbles, según la portavoz del servicio diplomático europeo, Maja Kocijancic.

El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, no reconoce al régimen y “sólo considera como legítima la Asamblea Nacional” presidida por Juan Guaidó.

A pesar del sólido frente que se ha fraguado en su contra, Maduro está dispuesto a iniciar un segundo mandato. “El pueblo ha decidido y nosotros vamos a cumplir la decisión del pueblo”, afirmó Maduro.

El GL advirtió que si Maduro insiste en tomar posesión, emprendería una serie de acciones diplomáticas que incluyen medidas punitivas contra la cúpula dirigente y su red empresarial y financiera. Estados Unidos amplió esta semana su “lista negra” de sanciones contra el Gobierno de Venezuela.

Ultimátum

Por su parte, el presidente venezolano, a manera de ultimátum, consignó un período de 48 horas para que “los gobiernos del Grupo de Lima rectifiquen su posición injerencista”, alertando incluso de que “si no rectifican su posición tomaremos las medidas más crudas y enérgicas”.

En este contexto, la oposición venezolana busca ganarse el apoyo del pueblo chavista disidente y de la principal ala del Gobierno, los militares. Un sector pide que se declare vacío de poder y que Guaidó asuma la Presidencia de la República.

Sin embargo, el presidente de la AN aboga por la idea de exigir a Maduro que ceda el poder a un Gobierno de transición que guíe al país hacia elecciones “creíbles”. Con ello aspiran poder resolver la crisis política y humanitaria de los venezolanos. Casi tres millones de venezolanos han huido en los últimos años. Naciones unidas estima que ese número podría aumentar en 2019 si la situación no mejora.

Así las cosas, el enfrentamiento entre Maduro y sus detractores amenaza con escalar hasta una lucha titánica. La oposición pidió “al pueblo estar alerta para respaldar a la única institución legítima, la Asamblea Nacional”, y el presidente instó a la milicia “chavista” a “defender la patria con las armas en la mano”. (Europa Press)

Contexto institucional de venezuela

1- En mayo de 2018 Maduro gana las elecciones con el  67% -6 millones- de votos, la cifra más baja del Partido Socialista Unido de Venezuela desde Chávez. No participó de la elección la principal coalición disidente, la Mesa de Unidad Democrática (MUD)

2- En Julio de 2017, Maduro convoca elecciones para una Asamblea Constituyente, para elaborar una nueva Carta Magna. Actualmente funciona como un parlamento paralelo chavista, que desconoce a la Asamblea Nacional.

3- En diciembre de 2015 la oposición MUD gana 112 de los 167 escaños de la Asamblea Nacional. Por orden del TSJ fue considerada en ‘desacato’ al incorporar tres miembros antes de aclarar las irregularidades en su elección.