Entre San Miguel de Tucumán y Bella Vista, la ruta 157 se encuentra en un estado que obliga a manejar con extrema precaución. La cinta asfáltica está deformada, hay baches, escasa señalización y la banquina no existe (esto es algo permanente en todo el recorrido). A esto se le suma la complejidad de que atraviese varias zonas urbanas y el tránsito pesado. Entre Bella Vista y Simoca la calidad del pavimento mejora y luego vuelve a empeorar hasta Atahona, donde avanza una obra de recuperación integral de la calzada que comenzó en Monteagudo y finalizará en San Miguel de Tucumán. Es decir que más del 60% de la ruta será puesta a nuevo, según explicó el jefe local de Vialidad Nacional, Evaristo Lombana. Desde Monteagudo hacia el sur, la ruta están en buen estado.
“Está vigente la obra bajo el sistema de Contrato de Recuperación y Mantenimiento (Crema). Desde que se firma y durante cinco años, la empresa es la encargada de recuperar la calzada y de hacer el mantenimiento. Esta obra, de 80 kilómetros, se debería terminar en dos años y durante tres más la empresa se encarga de mantenerla: realizar bacheos, demarcaciones, cortar el césped de las banquinas, etcétera”, detalló Lombana, consultado por LA GACETA.
El funcionario admite que en la mayor parte de los pueblos que atraviesa la 157 no están resueltas las obras para mejorar la seguridad de los accesos, lo que ocasiona accidentes. “En el marco de esta obra, está previsto hacer obras adicionales como dársenas de giro para subsanar los cruces perpendiculares en la ruta, en los ingresos a los pueblos. También se va a a paviementar parte de las banquinas, priorizando las zonas con mucha circulación de vehículos de menor porte, como motos y bicicletas”, explicó el funcionario y aclaró que, salvo en contadas excepciones, Vialidad Nacional no autoriza la colocación de semáforos, para mantener la troncalidad de la red vial. “A menos que sea una intersección de cuatro o más rutas, evitamos hacerlo”, señaló.
La alternativa norte
“Tenemos una expectativa muy grande respecto de la repavimentación. No vemos las horas de que empiecen los trabajos en nuestra zona, por el mal estado que presenta la ruta, sobre todo en el tramo desde Bella Vista hasta García Fernández”, expresó Sebastián Salazar, intendente de Bella Vista.
El anhelo más grande, sin embargo, es la construcción de una ruta de seis kilómetros que conecte la 157 con la autopista Tucumán-Famaillá. “Se viene trabajando con Vialidad la posibilidad de un acceso norte a la ciudad, con un derivador bastante grande, para sacar principalmente el tránsito pesado hacia la autopista. Eso descomprimiría muchísimo la 157 entre Bella Vista y Los Aguirre, en el límite con la ciudad”, explicó.
El intendente de Simoca, por su lado, apunta todos los cañones contra los camiones. “La ruta está en pésimo estado por el excesivo peso de los vehículos de gran porte. Las muertes suelen ser generadas por esos vehículos, que pasan a una velocidad de 140 km/h”, disparó Marcelo Herrera, el jefe municipal.
Él aspira a que se construya una ruta alternativa entre Manuela Pedraza y su ciudad, porque es en ese tramo donde más accidentes se producen.