Parches, parches y más parches. La Municipalidad comenzó con los trabajos de refacción de veredas, pero con un presupuesto acotado. El fin sigue siendo el mismo: eliminar las roturas y hacer transitables las aceras del centro tucumano ¿Cómo? Parchar los desperfectos del suelo ya que el costo para hacer todas las veredas de nuevo es alto.
Si vivís en el microcentro o lo transitás a diario, habrás visto los retoques en varias cuadras. En la Capital, el 45% de las aceras se encuentra en mal estado, de acuerdo con un informe elaborado por la Dirección de Catastro con datos de diciembre de 2016.
“Si bien este tipo de reparaciones le corresponden al frentista, la Municipalidad decidió hacerse cargo”, explicó el subsecretario de Planificación Urbana de la intendencia capitalina, Luis Lobo Chaklián. Agregó que se aplicarán las multas correspondientes a los frentistas que, tras haber sido intimados por el municipio, no se hicieron cargo de los arreglos.
De acuerdo con la ordenanzas “la reparación de la vereda será responsabilidad permanente del frentista”. Pero, como toda regla, tiene una excepción: “cuando haya sido deteriorada por trabajos realizados por la Municipalidad o empresas de servicios públicos autorizadas, quienes serán los responsables de reconstruir la vereda”.
Los arreglos comenzaron en agosto y se desarrollarán hasta fines de enero. Implican el relleno y alisado de los pozos y el cambio de baldosas, en algunos casos. Los trabajos involucran las calles ubicadas dentro del cuadrante Salta-Jujuy, Sarmiento, Avellaneda-Saenz Peña y Roca. Las quejas de los ciudadanos fueron las que impulsaron a la Municipalidad a hacerse cargo de una tarea que, según entienden, no les corresponde.
“El arreglo es un cemento y alisado para tapar los agujeros. Yo creo que estos parches van a durar muy poco”, expresó la arquitecta y urbanista Verónica Mansilla. “Esto es temporal. Me parece que se debería haber hecho un plan integral, a largo plazo. Charlar con el frentista y acordar un arreglo definitivo”, agregó.
En cada esquina de este cuadrante cuadrante, además, se están construyendo rampas. “En total son 756 las que tenemos que hacer. Hasta el momento, hicimos 500”, dijo Lobo Chaklián.
Entre los frentistas, hay preocupación por las multas. Diego Sánchez, de una repostería de Córdoba al 700, contó que la Municipalidad tapó algunos pozos en la vereda del comercio. “Pero nunca nadie nos avisó que si la vereda estaba ropa podíamos ser multados”, se quejó.
Gerónimo Herrera, otro comerciante del microcentro, contó que él le hizo arreglos a su vereda, pero que quedaron algunos desniveles. “Eso fue lo que arregló la Municipalidad en mi vereda. Si me hubieran dicho que me iban a hacer una multa, hacía yo el trabajo”, manifestó.
A mitad de año, los concejales capitalinos propusieron unificar las veredas en el área central con características técnicas que incluyan baldosas con guías para personas ciegas o con visión disminuida. Está iniciativa podría concretarse en el futuro, dijo Lobo Chaklián.
Según Mansilla, la importancia no está en unificar el piso estéticamente, sino en nivelarlo: “si el piso está levantado hay que romper ese tramo y hacerlo de nuevo. Lo ideal es poner baldosas, porque tiene más resistencia al tránsito que el material que colocaron en algunos sectores”. Y agregó: “con la lluvia de Tucumán y el tránsito, ese material va a durar poco. Se erosiona muy rápido y este verano se va a terminar saliendo”. La especialista también apuntó contra los frentistas: “para muchos, la vereda y el espacio público no es responsabilidad de ellos. Esto tiene que ver con el desconocimiento de la responsabilidades que establece las normas vigentes”, cerró.