VANCOUVER, Canadá.- La detención, en Canadá, de una ejecutiva de la empresa de telefonía china Huawei elevó la temperatura en la guerra comercial entre Washington y Beijing. Estados Unidos ha advertido a sus aliados europeos en los que tiene bases militares sobre el peligro de usar tecnología del gigante de telefonía. Washington sospecha que Beijing usa a Huawei para conducir espionaje militar, industrial y político.
Meng Wanzhou, quien además de ser la jefa financiera de Huawei, es la hija de su fundador Ren Zhengfei, fue detenida hace una semana en Vancouver por pedido de un juez de Estados Unidos.
Wanzhou enfrenta cargos de fraude en Estados Unidos, acusada de haber mentido a bancos sobre una subsidiaria encubierta para vender productos tecnológicos a Irán, violando sanciones internacionales al país.
La acusación formal es “conspiración para defraudar a múltiples instituciones financieras”, lo que podría significar una condena de 30 años. Hay un pedido de extradición en marcha, que podría demorar meses.
La preocupación de Estados Unidos respecto de Huawei tiene que ver con el hecho de que, si bien cuenta con satélites propios, en sus bases militares en el extranjero, debe usar la tecnología adoptada por cada país para sus redes comerciales. El Pentágono prohibió el uso de equipos Huawei en sus instalaciones, incluidas las bases en el extranjero. Empleados del gobierno tienen prohibido comprar tecnología de Huawei.
Como contracara de esto, Huawei está viviendo un boom en Europa. Ha ganado licitaciones en Inglaterra, Alemania y España, lo que ha generado preocupación en la Comisión Europea.
Andrus Ansip, comisario europeo para el Mercado Digital Único, declaró que los europeos deberían “estar preocupados” por este tipo de empresas. (Télam-Reuters)