El fútbol y el turf fueron de la mano para los que estuvieron en el hipódromo tucumano. Los fanáticos no quisieron perderse ninguna de sus pasiones y es por eso que se repartieron el tiempo para ver las carreras y seguir atentamente las instancias de la gran final de la Libertadores a través de los televisores. Los organizadores tenían todo previsto y es por eso que el intervalo entre carrera y carrera mientras se disputaba el partido fue de una hora, cuando habitualmente es de 40 minutos. “Estuvo muy bien pensado, tanto para el público como para los que trabajamos en esta actividad”, contó el jinete Sergio Abregú.

El vestuario de los jockeys fue el lugar elegido por entrenadores, peones y jinetes para ver el cotejo por TV. “Vamos Boca de mi vida. Esta Copa no se nos puede escapar”, gritó el jockey José Vizcarra después del gol marcado por Darío Benedetto, mientras sus colegas Roberto Pinillo, Roberto Robledo, Sergio Abregú y Dante Córdoba lo sufrían. En el complemento y en el tiempo suplementario, los que celebraron fueron los hinchas de River. “El que ríe al último, siempre ríe mejor. A pesar de que estábamos perdiendo, le tenía mucha confianza al equipo. Sabía que íbamos a festejar. Una vez más Marcelo Gallardo acertó con los cambios. Juan Fernando Quintero entró y terminó siendo la figura”, dijo “Cheo” Abregú, que le ganó un asado al jinete Braian Gómez.

“Un minuto de silencio, para Boca que está muerto”, fue la canción que más se escuchó entre el público en el hipódromo. “¿Dónde están los hinchas de Boca que festejaban por anticipado? Somos los mejores. Quedó demostrado que River es el más grande. Por suerte pude ver las carreras y el partido”, dijo Cristina Ovejero, que disfrutó del triunfo del “Millonario” junto a sus hijos Benjamín y Axel.

“Ahora tengo que empezar a cobrar todas las apuestas que gané. No acerté tanto en el turf, pero sí gané varios asados gracias a River”, dijo Sebastián Villegas.

Mario Pinillo se dio tiempo para trabajar de peón con los caballos y para celebrar el éxito del equipo de sus amores. “Quiero ver si mañana (por hoy) aparecen los hinchas de Boca que le ponían mantas azul y amarilla a los caballos”, desafió y se fue a festejar, como todos los hinchas del “Millonario”.