El 48% de los chicos argentinos son pobres y la mitad de estos muestra "severas" privaciones de derechos fundamentales, como vivir al lado de un basural, en una zona inundable o padecer problemas de acceso al agua potable.
La tremenda cifra se desprende de un informe presentado por Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), cuyos detalles publicó Infobae. Se trata de un estudio correspondiente al procesamiento de datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del primer semestre de este año.
A partir de esos datos, Unicef informó que los chicos de 0 a 17 años alcanzan un valor de pobreza 10 puntos por encima del registro de la población general (38%) y en números de rostros visibles esto abarca a 6,3 millones de niños, niñas y adolescentes.
"Tenemos una fuerte preocupación por la realidad que están viviendo millones de niños en la Argentina porque se dan valores muy elevados de índices de pobreza que tienen un fuerte impacto", expresó Sebastián Waisgrais, especialista de Monitoreo e Inclusión Social de Unicef Argentina.
Además de que el 48% de los chicos de la Argentina es pobre padece uno o más indicadores vinculados a esa problemática (como educación, protección social, vivienda adecuada, saneamiento básico, acceso al agua segura o hábitat seguro), se determinó que el 42% de los niños del país residen en hogares cuyos ingresos no alcanzan a cubrir una canasta básica.
Además, la mayor parte de los chicos que padecen privaciones se encuentra en hogares monoparentales (52%), es decir, manejados por mujeres solas u hombres solos.
En cuanto al territorio, en el Gran Buenos Aires la mayor parte de las falencias que padecen los niños está radicada en la falta de agua potable, el hábitat saludable y el saneamiento. En tanto, en el sur del país la protección social y los problemas de hábitat se presentan como los más relevantes.
En el NOA y el NEA las principales falencias que tienen los chicos radica en problemas de saneamiento, el agua y el hábitat. Y en Cuyo y Centro del país se perciben mayores problemas en los niños que tienen deficiencia en la protección social, educación y saneamiento, en gran medida.
Estos valores son aún más elevados y profundos en los niños cuyos hogares tienen un jefe o jefa de hogar con niveles educativos bajos y empleos informales o donde hay padres desempleados.
Los investigadores de Unicef que presentaron hoy el estudio de pobreza infantil revelaron que estos datos no contemplan la crisis económica producto de la devaluación que impactó a mitad de año en los sectores bajos y por lo tanto los niveles de exclusión y privaciones de derechos serían más elevados.