El presidente de EEUU Donald Trump, y su par chino Xi Jinping, acordaron en Buenos Aires que no habrá nuevos aranceles para sus productos a partir del 1 de enero. De esta manera, luego de una “muy buena” reunión, los jefes de estado aliviaron las tensiones por la “guerra comercial” durante una cena en el Hotel Haytt.
Esta situación no afectará a la Argentina, según remarcó el propio presidente chino: “aunque haya incertidumbre a nivel internacional, nada impedirá alcanzar metas de desarrollo y potenciar nuestras relaciones con Argentina”.
Así, China despejó cualquier duda que pudiera darse tras la paz romana sellada entre China y EEUU que contempla un mayor nivel de comercio de alimentos de Washington a Beijing. Es que esta paz prevé aumentar el flujo comercial de EEUU a China a cambio de que Trump no les suba los aranceles de importación a los chinos.
De hecho, la alianza estratégica de Argentina y China en su “nueva era”, como la calificó el presidente Xi Jinping, apuesta a acuerdos para los próximos cinco años con “crecimiento estable y equilibrado comercio”, como subrayó.
El “China Daily”, medio vinculado al gobernante Partido Comunista, y la cadena internacional CGTN, indicaron que los presidentes chino y estadounidense acordaron frenar la imposición de aranceles “después del 1 de enero”, fecha en que Washington tenía previsto establecer más tasas por U$S 200.000 millones.
Por su lado, el gobierno de EEUU explicó en un comunicado que la amenaza de elevar los aranceles de 10% a 25% a importaciones chinas a partir del 1 de enero, quedó en suspenso por un periodo de 90 días.
“Si al cabo de ese lapso, las partes no logran un acuerdo, los aranceles que se ubican en 10% pasarán a 25%”, indicó la Casa Blanca. “Fue un fantástico y productivo encuentro, con posibilidades ilimitadas para Estados Unidos y China. Ha sido para mí un honor trabajar con el presidente Xi”, reaccionó Trump según el comunicado.
Los mandatarios mantuvieron una “muy buena” reunión al margen de la cumbre del G20, que culminó el sábado, aseguró Larry Kudlow, asesor económico de la Casa Blanca.
La llamada “guerra comercial” se inició cuando Trump impuso aranceles punitivos a importaciones chinas por valor de U$S 250.000 millones anuales.
La medida provocó represalias de Pekín a 110.000 millones de bienes procedentes de Estados Unidos. Hasta ahora, Washington acusó a Beijing de prácticas económicas desleales, mientras que el gigante asiático reprocha a la primera economía mundial que predica el “unilateralismo”, el “proteccionismo” y la “hegemonía económica”.