River rechazó el traslado de la final de la Copa Libertadores ante Boca al estadio Santiago Bernabeu, de Madrid, con un fuerte descargo a la resolución de la Unidad Disciplinaria de la Conmebol que se dio a conocer hoy y está firmada por el presidente del club, Rodolfo D'Onofrio.
En ese sentido, el club de Núñez presentó su descargo al ente disciplinario ayer aunque el escrito recién se dio a conocer hoy y en el cual expresa "su total rechazo al cambo de sede" y resalta que la decisión de trasladar la final ante Boca al estadio Santiago Bernabeu de Madrid es "totalmente arbitraria, inequitativa y gravemente perjudicial para el club, sus socios y simpatizantes".
El escrito, firmado por D'Onofrio en su carácter de presidente riverplatense, y por el secretario Ignacio Villarroel, reclama a la Conmebol por los hinchas que pagaron su entrada para ver la final dos veces interrumpida, el sábado 24 y el domingo 25 de noviembre pasados, y además esgrime que se "desnaturalizó la competencia y que no habrá igualdad de condiciones porque Boca fue local en el encuentro de ida", en alusión al primer superclásico que se jugó en 'La Bombonera' el 11 de noviembre último y finalizó igualado 2-2.
El "Millonario" salió a oponerse a través del comunicado a la decisión de la Conmebol que consideró perjudicial para el club, que además de perder la localía recibió una sanción departe de la Unidad Disciplinaria y deberá pagar una multa de U$S400.000, y a partir de 2019 jugará a puertas cerradas para el público dos partidos internacionales.
Dani Alves: "jugar un River-Boca fuera de Sudamérica es la vergüenza más grande que he visto"Boca y River definirán al campeón de la Libertadores el domingo 9 de diciembre en el estadio Santiago Bernabeu del Madrid, debido a que el fin de semana pasado no se pudo jugar en la cancha del equipo de Núñez la revancha de la primera final jugada en 'La Bombonera' que terminó igualada 2-2.
Es que los hinchas de River agredieron con proyectiles al ómnibus que trasladaba al plantel de Boca en las inmediaciones y en el ingreso al estadio Monumental, así lastimaron a más de un jugador (el más complicado fue el capitán Pablo Pérez) y los hechos de violencia se repitieron con la ambulancia que trasladó a dos futbolistas "Xeneizeis" desde el estadio hasta la Clínica Otamendi para ser atendidos.
Eso generó la suspensión del partido dos veces, primero el sábado 24 de noviembre y luego del domingo 25, en la semana Boca reclamó que se le de por ganado el partido, pero la Conmebol no hizo lugar a la petición y decidió insólitamente llevar la final a Europa en un terreno neutral.
Esa decisión fue la que originó el descontento y rechazo de la entidad de Núñez, que había vendido 60 mil entradas para el encuentro dos veces suspendido.
El superclásico se juega todos los díasEn ese contexto, River resaltó en el comunicado que el traslado de la final a Madrid ocasiona "graves y severos perjuicios para sus socios e hinchas que adquirieron sus entradas" y a su vez recuerda que "muchos de ellos viajaron cientos de kilómetros desde distintas partes del país" para presenciar el encuentro en el 'Monumental' de Núñez.
"River gastó millones de pesos en la organización y en el operativo de seguridad para los días 24 y 25 de noviembre, sumas que son irrecuperables", resaltó el escrito, y además subrayó que se trata de una "desnaturalización de la competencia porque la Libertadores se disputa en el ámbito de Sudamérica y con equipos integrados a Asociaciones afiliadas a la Conmebol".
Por último, River advirtió que se reserva "todas las acciones que le asisten en defensa de sus legítimos intereses". (Télam)