NOM PEN, Camboya.- El tribunal internacional de Camboya condenó a cadena perpetua a los dos últimos líderes vivos de la guerrilla del Jemer Rojo, tras declararlos por primera vez culpables de genocidio y crímenes contra la humanidad cometidos entre 1975 y 1979.
El tribunal de carácter mixto, constituido en Camboya y con el apoyo de la comunidad internacional representada por la ONU, concluyó así la causa contra la cúpula del régimen liderado por Pol Pot que entre 1975 y 1979 causó cerca de dos millones de muertos a causa de trabajos forzados, enfermedades, hambruna y purgas políticas.
El ex “número dos” e ideólogo de la organización, Nuon Chea, de 92 años, y el antiguo jefe de Estado, Khieu Samphan, de 87, son los únicos miembros del estrecho círculo dirigente que sobrevivió para oír una sentencia condenatoria, informó la agencia de noticias EFE.
“Hoy se ha hecho justicia”, dijo a la prensa el subsecretario general de Asuntos Legales de la ONU, Miguel de Serpa Soares, quien tras la audiencia señaló “aunque la justicia ha prevalecido, nuestros pensamientos están con las víctimas de los crímenes inenarrables que se cometieron en este país”.
Khieu Samphan se levantó -ayudado por los guardas- para escuchar la sentencia leída por el juez Nil Nonn, mientras Nuon Chea la escuchó desde su celda, autorizado por los magistrados para ausentarse de la sala principal del tribunal.
El fallo internacional reconoce por primera vez que se cometió un genocidio por parte del Jemer Rojo contra las minorías vietnamita y la musulmana cham y declaró a los dos acusados culpables de ese delito, si bien eximió a Khieu Samphan en el segundo caso por falta de pruebas concluyentes sobre su intencionalidad.
Jemer Rojo (Khmer Rouge) es el nombre con el que fue conocida la organización guerrillera camboyana que, tras la Guerra de Vietnam, la salida de los Estados Unidos y el derrocamiento del general Lon Nol tomó el poder en el país el 17 de abril de 1975.
El juez también declaró a los acusados culpables de crímenes contra la humanidad -incluidos asesinato, exterminio, deportación, esclavitud, tortura, persecución por razones políticas, religiosas y étnicas- crímenes de guerra y actos inhumanos, como desapariciones, matrimonios forzados y violación.
La fiscalía celebró la decisión de los jueces en este caso, del que “casi todo el país fue víctima de una u otra manera” y destacó la importancia del reconocimiento como delito de los matrimonios forzados y las violaciones.
El gobierno camboyano también aplaudió la sentencia y el trabajo realizado por el tribunal a través del viceprimer ministro, Bin Chhin que calificó la jornada como un “día histórico”.
El juicio contra la cúpula del Jemer Rojo comenzó en 2011 con dos acusados más, el canciller Ieng Sary, y su esposa y ex ministra de Asuntos Sociales, Ieng Thirith, que murieron en 2013 y 2015 respectivamente.
El líder del Jemer Rojo, Pol Pot, murió en 1998 en el último bastión de la guerrilla maoísta en la selva del norte de Camboya, prisionero de sus propios correligionarios y meses antes de que estos acordaran su disolución con el gobierno de Phnom Penh. (Télam)