El planteo original de los representantes de los productores cañeros en las comisiones de Diputados que discutieron el monotributo especial para el sector, se sustentó en tres parámetros: el primero, basado en la producción, donde “todos aportan”: el 0,2% los cañeros que cultivan entre 0-10 ha, y el 2,5% los de 10-50 ha. Es decir, proporcional a su ingreso. En la ley aprobada, se deja afuera a los productores del segmento 15-50 ha. El segundo argumento es la simplificación para la inscripción del cañero en la AFIP, a través de los ingenios, para evitar gastos en contadores y trámites que los cañeros no están habituados a realizar. Y el tercer argumento, fue “la aplicación” del “proyecto Diputados”. Los cañeros habían planteado que los cañeros con ingresos anuales por $ 322.575 (categoría D de monotributo) y con costos del orden del 50% (estimados), tendrían un ingreso neto anual de $ 161.287, o $ 13.440 por mes. Esto equivaldría a ubicarse por debajo de la línea de pobreza.