El juicio oral por el crimen de Paulina Lebbos ha dejado un sinnúmero de historias transversales en los 10 meses de desarrollo. El último caso se presentó en la audiencia oral de ayer. Es que el tribunal ordenó el inicio de una investigación por posible falso testimonio contra Macarena Bordato, quien había sido vinculada al proceso penal a partir de la declaración de su ex empleada doméstica.
La Sala III, integrada por los vocales Carlos Caramuti (presidente), Dante Ibáñez y Rafael Macoritto, dispuso esta medida, al considerar que la declaración de la testigo había dejado algunos cabos sueltos. Ello se había notado en puntos significativos, como la fecha de una operación de compra y la ocupación de una vivienda en Yerba Buena; el inicio del vínculo laboral con Magdalena Cruz, ex empleada de Bordato, y la existencia de líneas de celulares.
Estiman que la sentencia en el caso Lebbos se conocerá el 28 de diciembreGustavo Morales, defensor del acusado de encubrimiento, Eduardo Di Lella, había solicitado al Tribunal el comienzo del proceso de instrucción, aunque sin incluir la detención. La querella y el Ministerio Público Fiscal (MPF) habían adherido a esa posición.
“No se trata de que un testimonio tuvo más verosimilitud que otro. Surgió de la declaración de un testigo contra constancias expresamente invocadas por el propio declarante y que ha suministrado a pedido del Tribunal. De ello apareció una actitud esquiva, por lo menos, con respecto a la fecha que ingresó a vivir en el inmueble, que marcaba el inicio de la relación laboral con la testigo Cruz. Ella había dicho en todo momento que estaba completamente segura que la mudanza se había dado con la escritura de venta del inmueble, pero en audiencia apareció otra cosa, con otra fecha”, explicó, entre otros fundamentos, Caramuti.
Caso Lebbos: el careo entre Vázquez Carranza y Sánchez, punto por puntoCruz había señalado en febrero, durante una audiencia, que Bordato había comprado en la sucursal comercial “Easy” una línea de celular (chip) y que la había puesto a su nombre. La empleadora, en cambio, aseguró ayer que no había realizado esa adquisición.
Esa misma numeración telefónica ha figurado en un cruce de llamadas con las hermanas Virginia y Jimena Mercado (amigas y últimas personas que habían visto con vida a Paulina); Gisella Rennis, José Luis Gómez -padre de Roberto Luis Gómez, el único imputado por el homicidio de estudiante universitaria- y Walter “Chichilo” Acevedo, referente de la barra de Atlético (la Policía lo había señalado en su momento, junto con sus hermanos, como sospechosos).
Caso Lebbos: Sánchez pidió careo y casi se quedó sin defensorPor este y otros motivos, Bordato, quien es una agente de venta de títulos de capitalización para una empresa de Buenos Aires y tuvo un hijo hace unos 15 días, protagonizó un careo con Cruz, una testigo protegida. Bordato había sido citada semanas atrás, pero no podían encontrarla.
Bordato: -En 2006 no nos conocíamos. Vos entraste en 2007.
Cruz: -No.
Bordato: -Sí, cuando yo me mude a esa casa, en la (calle) Clotilde Doñate, estaba con otra chica. Cuando ella deja de trabajar, te contacto a través de una agencia que colocaba personal doméstico. Ahí, empezaste a trabajar. Acá, no hay error porque yo compré la casa en marzo de 2007.
Cruz: -Perdón, hago una pregunta: ¿cuándo ha sido el caso (Lebbos)? En febrero de 2006. Ya estaba trabajando. Tu hija ya tenía dos años.
Bordato: -Pudo haber tenido dos años, pero era 2007.
Cruz: -Sí, hemos ido a Easy.
Bordato: -Vos fuiste a la casa de mi mamá.
Cruz: -Usted me llevó a Easy a comprar un celular. Sí, me ha llevado.
Bordato: -Nunca te llevé.
Cruz: Sí, me has llevado. Accedí a una grabación (de una conversación) porque tu mamá me había presionado. Acuérdese bien que me había llevado.
Bordato: -Fuiste como si nada a trabajar (después de declarar en febrero). Yo estaba en Brasil.
Cruz: Yo le mandé un mensaje a usted. Porque no me llamó para ver qué había pasado.
Ambas mantuvieron sus dichos.