En tiempos de crisis la imaginación, el esfuerzo y el retorno a prácticas de producción olvidadas contribuyen a mejorar la calidad de vida en algunas poblaciones. Es lo que se advierte en la comunidad de Rumi Punco, ubicada en el extremo sur de la provincia, por la ruta nacional 38, en el límite con Catamarca. Ahí de a poco, y con algunas reticencias, las autoridades comunales estimulan la instrumentación de huertas familiares, como las que solían trabajar las anteriores generaciones de lugareños.
A pesar de que la experiencia es nueva, unas 60 familias ya están incorporadas al proyecto. Representan el 20% del total de la población. Son pobladores que están produciendo para el consumo propio lechugas, pimientos, tomates, cebollas, zapallitos, perejiles, albahacas y otras especias.
La comuna tiene su propio campo de muestreo. Desde ahí obtiene los plantines que distribuye en la población. “La gente de a poco y a duras penas va sumándose a esta propuesta que no es otra que recuperar la huerta que solían laborar nuestros abuelos. Aquí todos tienen en el fondo de sus casas espacio que pueden aprovechar para producir verduras que hoy representan un costo importante para los bolsillos de las familias”, expuso Jorge Rodríguez, comisionado comunal del lugar. “Nosotros les suministramos todo lo que necesitan para producir”, insistió.
Verduras y huevos
El funcionario confía en que los vecinos que restan seguirán incorporándose paulatinamente a esa iniciativa. Las verduras que se producen en las 40 hectáreas que dispone por su parte la comuna ayudan a mantener la fuente laboral de unas 37 personas que desarrollan distintas actividades. En los últimos días desde ese sitio se vendieron 1.000 bolsas de papas destinadas a comedores infantiles de la provincia. También salen al mercado zapallos, lechugas, tomates, entre otras verduras. Lo que queda en el campo se distribuye gratuitamente entre los vecinos. Por eso en Rumi Punco al que llega le da la impresión de que los productos de hortalizas sobran. Todos los vecinos tienen verduras de estación a mano.
“La verdad es que desde que tenemos nuestra huerta no nos faltan verduras para cocinar. Aquí la tierra es generosa y lo que se planta da frutos. Lo bueno es que la economía familiar se alivia y consumimos verduras saludables porque son orgánicas, ya no utilizamos agroquímicos”, comentó Sebastián Torres. Agregó que de 10 plantas de tomates, durante el ciclo de cosecha obtiene 130 kilos de esa fruta.
Torres aprovechó otro de los programas novedosos de la comuna: el de producción de huevos. El organismo estatal entregó gallinas ponedoras a unas 30 familias. Este vecino recibió 75 aves que ponen 70 huevos por día. Esa producción la adquiere la comuna para la cocina comunitaria a la que concurren 170 personas humildes.
“Nos habíamos olvidado de la huerta por comodidad. Ahora que las cosas están caras, la estamos recuperando. Y eso nos da muchos beneficios, hasta para la salud. Pues tenemos una actividad para entretenernos y además consumimos productos saludables”, comentó María Juárez. Dentro del campo de la comuna está proyectada una encurtidora de verduras y frutas. Desde ahí saldrán envasadas.
Energía led y solar
Pero la comuna no sólo está abocada a promover la economía primaria como herramienta que ayude a las familias a afrontar la crisis que vive el país, sino también la tecnología. En el taller tecnológico, donde trabajan cinco técnicos, se ensamblan lámparas led para el alumbrado público.
El equipo, encabezado por el ingeniero Jorge Astorga, y secundado por Ceferino Saavedra, ya ha instalado lámparas en Graneros, San Pedro de Colalao, Choromoro, San Javier, Alto Verde, Arcadia y Raco. Ahora el equipo está dando un nuevo paso: ensamblar lámparas para iluminar estadios de fútbol u otros campos deportivos.
“Son aparatos de alta prestación, de 1.000 wats, y que cumplen con las normas de calidad exigidas. Además reducen el nivel de consumo un 50%”, expuso Astorga. “Este sistema se lo puede manipular a través de un celular con una aplicación especial que hemos diseñado con un alcance de 1.200 metros”, añadió.
El jueves a la noche directivos de los clubes de fútbol San Martín de Tucumán, San Jorge, Alto Verde, Graneros y Concepción Fútbol Club participaron en Rumi Punco de una exhibición de la novedad que promueve la comuna.
A las mismas instituciones deportivas se les presentó, además, un novedoso calefón solar con capacidad de almacenamiento de 500 litros de agua a una temperatura de 37° y más. El modelo corresponde a la firma Innovar SRL de San Luis.
Los técnicos de la comuna diseñaron por su parte un modelo doméstico a fin de que los vecinos de la zona lo puedan fabricar. “Uno es industrial y el nuestro está hecho con material reciclado y mangueras. Cualquier persona lo puede hacer. Y así accede a un electrodoméstico económico y de suma utilidad”, dijo Saavedra.
En Rumi Punco la crisis es un desafío que obliga, necesariamente, a apelar a la creatividad.