“Cada vez que la Justicia no escuchó a mi mamá la fue matando de a poco. Él nos quería matar a todos y es lo que iba a hacer si quedaba libre. Sabíamos lo que iba a pasar si salía de la cárcel”, señaló Yanina Lizárraga, hija de Claudia, asesinada en 2016 por su ex pareja, Víctor Hugo Argañaraz.
“Ahora esperamos recuperar la tranquilidad y poder volver a confiar en la Justicia. Tenemos que tratar de reconstruir nuestras vidas”, contó la joven de 29 años, quien declaró como testigo en el juicio y contó los maltratos que sufrían ella y sus hermanos desde que eran niños. Incluso, relató que Argañaraz abusó de ella.
“Lo que ahora esperamos es poder dar vuelta la página y seguir adelante”, dijo Fernando Argañaraz, otro hijo de la víctima.
Los hijos de Lizárraga fueron acompañados por familiares, amigos y organizaciones feministas.
“Todos los que venimos al juicio sabemos que corríamos un gran riesgo si esta persona quedaba en libertad. Creemos que estaba dispuesto a seguir con su venganza”, dijo una amiga de la familia.
Los hijos de Lizárraga contaron que Argañaraz los golpeaba “con lo que encontraba a mano y sin ningún motivo”. Agregaron que utilizaba látigos y cuchillos y que los amenazaba con armas de fuego. La violencia era tal que tuvieron que levantar una tapia en medio de la casa para evitar incidentes, porque Argañaraz no quería retirarse del domicilio.
“Desde que nací siempre maltrató a mi mamá y a mis hermanos. Crecí con eso, siempre la misma historia. Nos pegaba de la nada. Nos teníamos que escapar. Cuando se levantaba de mal humor ya sabíamos lo que nos podía esperar. Nadie hizo nada para evitar todo esto”, dijo Facundo Argañaraz.
“Los relatos de los hijos fueron desgarradores. no recuerdo otro caso como este”, expresó el fiscal de Cámara Carlos Sale.
Desamparada: los pedidos de ayuda de la víctima
Claudia Lizárraga trabajaba como empleada doméstica y tenía cuatro hijos. Durante 20 años, denunció a su ex pareja, Víctor Argañaraz, por violencia doméstica. Hay 18 denuncias en su contra. De esas, 10 fueron hechas por la víctima. Solamente una no fue archivada. “Son causas graves, por violencia doméstica, por amenazas de muerte y por abuso”, contó Dolores Remis, abogada querellante.