San Martín y Laprida. A metros del corazón de la capital tucumana, un conductor estaciona su auto en una ochava, en la línea amarilla bloqueando la rampa para discapacitados. ¿La urgencia? Tomar un café en el bar de la esquina, al frente de su auto, charlando con un amigo en la vereda.
Entre los varios transeuntes que tuvieron que esquivar el auto del hombre que tomaba café, y entre los bocinazos de los automovilistas que giraban por Laprida y se encontraban con el vehículo en la ochava, apareció una mujer con un bebé en coche. Eso agotó la paciencia de otro peatón que sacó su celular para interpelar al infractor. El video de la discusión se viralizó: quien filmaba le pedía que moviera el auto, que no se podía circular; el hombre, bien entrado en años, hacía como que lo ignoraba y sostenía que no pensaba sacar el auto de ahí.
La grabación fue una de las más vistas, comentadas y compartidas en LA GACETA.com, desde que fue publicada el 16 de octubre. La mayoría de los lectores se indignó por la actitud indiferente y desconsiderada del conductor y felicitaron al peatón que lo grabó. La filmación llegó también a la Municipalidad, que procedió a investigar el caso.
“El vehículo está a nombre de la empresa UB Motors, una concesionaria de autos de alta gama que vende vehículos de la misma marca del auto que estaba en falta. Hemos labrado el acta de infracción a la empresa, pero también le hemos enviado una nota para que identifique al conductor. Se ve que es una persona muy entrada en años y queremos estar seguros de que está apto para conducir. La actitud que mostró en el video es de una gran desconsideración, porque además de obstruir el paso peatonal y la rampa para discapacitados, generó problemas en el giro y un cuello de botella en esa esquina”, fustigó Enrique Romero, subdirector de Tránsito y Transporte de la capital.
Según un vocero de la concesionaria de autos, ya recibieron la nota de la Municipalidad pero sostienen que no se trata de un empleado de la empresa. “Es un servicio de la marca: cuando un cliente deja su auto en reparación, se le presta uno de la empresa para que no se quede sin vehículo. Este fue el caso. Es un cliente que deberá pagar la multa, porque al momento del préstamo firma un documento en el que se compromete a hacerlo. A nosotros nos llamó el gerente general de la marca a nivel nacional para preguntarnos qué había pasado y lo que pasó fue esto”, explicó el representante de la concesionaria.
¿Denuncia o escrache?
La denuncia ciudadana, con sus claroscuros, se ha convertido en una de las herramientas más ponderadas por la Municipalidad. Según Romero, al menos 120 mensajes de WhatsApp se reciben por día, vinculados únicamente a denuncias sobre el tránsito. También llegan otras referidas a basurales, arbolado urbano y otros problemas de la ciudad. De esas 120, unas 70 terminan generando actas de infracción.
“A nosotros nos sirve muchísimo, y al ciudadano también, porque contribuye a ordenar la ciudad. Es participación ciudadana, por más que algunos abogados puedan oponerse. La cantidad que recibimos es altísima y siempre intentamos mandar un móvil, si es que está cerca, para comprobar la infracción. Hay algunas que no tienen validez porque no se identifica con claridad el lugar, la hora o la patente del vehículo. Pero otras que sí, principalmente porque alertan a un inspector para labrar el acta”, sostuvo Romero.
A estas denuncias institucionalizadas se suman los videos espontáneos que de tanto en tanto filman ciudadanos y se viralizan en las redes. El 10 de septiembre, un joven que circulaba en moto había interpelado y filmado a un hombre mayor arrojando basura en la recién remodelada plaza Alberdi. Y los primeros días de este mes, se hizo viral un video de un joven atravesando la platabanda de la Amador Lucero y destruyendo un banco. En este último caso no se filmó con la intención de evidenciar una infracción, pero luego la indignación de los usuarios de las redes logró que llegara a las pantallas de buena parte de los tucumanos. Denuncia o escrache, en ambos casos fueron instrumentos fundamentales para aplicar sanciones a los infractores.
Cómo actúan los vigías
En mayo de este año, la Municipalidad habilitó dos líneas telefónicas para enviar denuncias con fotos: 3814796360 y 3814796315. El programa se llama “Vigía ciudadano de tránsito y transporte”. Cuando el “vigía” envía el mensaje, obtiene una respuesta inmediata con los datos necesarios para tomar su denuncia:
- Foto clara de chapa patente
- Dirección exacta de la infracción
- Hora de la infracción
Finalmente, un mensaje reza: “su consulta fue derivada al área correspondiente”.
¿Es válida una fotomulta del programa “Vigía ciudadano de tránsito y transporte”? Cuando se estrenó el sistema, el abogado Alfredo Linares, de la Defensoría del Pueblo y especialista en Tránsito, explicó: “el poder de policía es una potestad pura y exclusiva del Estado. Delegarlo en la ciudadanía sería de una peligrosidad extrema, porque las personas deben estar capacitadas para su trabajo. Sería muy fácil declarar nula la multa porque no tiene autoridad competente quien saca la foto. Diferente sería que esas fotos sirvan para poner de aviso a la autoridad competente para que labre el acta”.
Pero la Municipalidad defendió la iniciativa. “La infracción tiene un doble soporte de prueba: la foto (del ciudadano) y el inspector que labra el acta. En ningún momento se delega el poder de policía del municipio, sino que lo mantiene dado que es el inspector de tránsito el que comprueba la infracción a las normas”, dijo oportunamente Romero.