Sacó a relucir su estirpe copera, esa que comenzó a hacerse sentir con más fuerza desde la llegada de Marcelo Gallardo como entrenador. Esta vez sin el “Muñeco” en el banco por estar suspendido, River tuvo una remontada histórica para vencer a Gremio en Porto Alegre por 2 a 1 y avanzar a la final de la Libertadores, donde puede enfrentrar a Boca en lo que sería un choque histórico. “Este equipo tiene corazón para jugar hasta el final cada partido. Estábamos convencidos de que ibamos a ganar. Fuimos superiores a Gremio”, dijo Rafael Santos Borré. Fue precisamente el colombiano el que comenzó a darle vida al “Millonario” cuando a los 36 minutos del segundo tiempo, de cabeza, decretó el empate parcial.
Leonardo Gomes, a los 35’ de la primera parte, había puesto en ventaja al “Gaucho”, para dejar la serie 2-0 y poner contra las cuerdas al equipo de Núñez.
En los últimos minutos, con más garra y pasión que fútbol, River arrinconó contra su campo a Gremio. Y de tanto buscar tuvo su premio a los 43’, cuando casi nadie se lo imaginaba. Es que Ignacio Scocco remató y la pelota se desvió al córner en Bressán. Mientras todos los jugadores del “Millo” fueron a buscar el “tiro de esquina”, el árbitro Cunha fue a revisar el VAR. Con la ayudad de la tecnología, el uruguayo vio la mano del brasileño y sancionó penal, que el “Pity” Martínez cambió por gol.
Hace un año, River se quedó afuera de la semifinal de la Libertadores contra Lanús por el VAR. Ahora, gracias a la tecnología y, por sobre todo, a que fue a Brasil a jugar con garra, está en una nueva final.