El Gran Premio de México volvió a ser motivo de festejo para el inglés Lewis Hamilton, que en el mítico autódromo “Hermanos Rodríguez” conquistó su quinto título en la F-1 luego de terminar cuarto en la carrera que ganó el holandés Max Verstappen (Red Bull). De esta manera, igualó en cantidad de cetros a Juan Manuel Fangio y ahora está a dos de empardar también al alemán Michael Schumacher.

Con 33 años (nació el 7 de enero de 1985 en Stevenage), Hamilton no sólo está entre los grandes de la categoría por sus estadísticas -71 victorias, 81 poles, 41 récords de vuelta y 132 podios, sino también por su talento detrás del volante y su espíritu combativo. Esto último, incluso, le permitió este año volcar la balanza a su favor cuando el alemán Sebastian Vettel (Ferrari) aparecía como favorito después de un buen comienzo de temporada.

Como sucedió en 2017, Hamilton y Mercedes se fortalecieron después del receso de agosto al que llegaron con cinco éxitos (Azerbaiyán, España, Francia, Alemania y Hungría). Volvieron con más brios y eso le permitió a Lewis lograr cuatro triunfos consecutivos (Italia, Singapur, Rusia y Japón), que resultaron vitales para tener la chance de consagrarse de manera anticipada.

En Estados Unidos, en su primera bola de campeonato, se quedó con las ganas, pero no falló en territorio azteca y se anotó una nueva estrella como ocurrió en 2008, con McLaren, y en 2014, 2015 y 2017, arriba de una “Flecha de Plata”.

En una pista que desgastó en demasía los neumáticos, Hamilton partió tercero y se colocó segundo en la largada luego de superar al poleman Daniel Ricciardo (Red Bull). Después de su prematuro ingreso a boxes luchó rueda a rueda con el finlandés Kimi Räikkönen (Ferrari) hasta ganarle la posición a un rival que lo respetó por su condición de aspirante a la corona. Pero también corrió de manera inteligente cuando las gomas ya desgastadas le impidieron seguir el ritmo de punta: no le dio demasiado trabajo a Vettel, que lo pasó para convertirse en el nuevo escolta del intratable Verstappen; y apretó los dientes cuando se despistó en el intento de aguantar a Ricciardo, suceso que motivó su segunda detención en los pits. Con poco que hacer -pero mucho que celebrar- completó el cuarteto de punta detrás de Verstappen, Vettel y Räikkönen.

“Es una sensación muy extraña, no se ganó aquí, se ganó con mucho trabajo en muchas carreras. Fangio también salió campeón con Mercedes, así que es increíble. Cuando él consiguió el quinto título debió haber sido algo increíble, ahora igualarlo es especial”, dijo un emocionado Hamilton.

Al darle un vistazo a la historia de la F-1, uno no puede más que hacerle una reverencia al flamante quíntuple campeón. Es el tercer piloto con más títulos, el segundo más ganador detrás de Schumacher (91), el más rápido en clasificación (aventaja por 13 poles al “Kaiser”), el cuarto con más récords de vuelta (iguala al francés Alain Prost, está a cinco de Räikkönen y a 36 del séptuple alemán) y el segundo con más podios (está a 23 de “Schumi”). Mucho para alguien llegó a la categoría hace once años con el sueño de ser un grande y, a diferencia de otros, lo consiguió…