Falleció ayer el arquitecto y urbanista Julio Middagh, reconocido por sus aportes al desarrollo de la ciudad y por ser un incansable crítico del desorden con el que fue creciendo en los últimos años San Miguel de Tucumán. Además, desempeñó funciones directivas en varias instituciones y organismos públicos de la provincia.
En 1978 y 1979 fue director de Obras y Proyectos de la Secretaría de Turismo. Entre 1979 y 1984 formó parte de Eduardo Sacriste & Asoc. y fue miembro fundador de los Seminarios de Arquitectura Latinoamericanos, además de haber integrado la comisión directiva del Colegio de Arquitectos de Tucumán en varios períodos.
Llegó a ser presidente de la Sociedad de Arquitectos de Tucumán y entre 1987 y 1994 trabajó en Estados Unidos. Fue autor, además, de numerosos artículos periodísticos y un gran difusor de la obra del maestro Eduardo Sacriste. Su carrera se caracterizó por una fuerte concepción social de las ciudades y la atención de los sectores vulnerables. En 2016 fue vocal del Ente Provincial del Bicentenario.
Middagh siempre proponía la consulta con las entidades intermedias, con las universidades y con la sociedad a la hora de planificar tanto la obra pública como los sistemas viales o de transporte. “No hay recetas únicas para resolver los problemas de una ciudad –decía-. Y una receta es la inclusión de los distintos actores”.
También era un crítico de la falta de cuidados y del vandalismo en contra de los espacios públicos, hechos que adjudicaba a la falta de cultura urbana de los tucumanos. “Deberían proyectarse campañas que enseñen a valorar plazas y que integren desde niños de jardín hasta alumnos universitarios”, proponía.