Al menos tres horas por día dedicamos los argentinos a las redes sociales. Para tomar dimensión real: hablamos de casi cuatro días completos cada mes. Un mes y medio se escurre cada año mientras vemos el posteos familiares, el meme que subió una amiga o las fotos de un famoso. Aunque usamos estas plataformas para disfrute personal, comunicar algo o simplemente para informarnos, hay un negocio multimillonario que se mueve por detrás. Los usuarios comunes lo ignoran; pero las empresas, las marcas y los influencers, no.
Las redes tienen un modelo de negocios basado en la publicidad. Entre Google y Facebook concentran el 70% de la publicidad digital en el país, según datos de la compañía de investigación de marketing digital comScore. De acuerdo con sus propios reportes, facturaron el año pasado U$S 110.855 y U$S 40.653 millones a nivel mundial, respectivamente. Instagram, por la que Mark Zuckerberg pagó U$S 1.000 millones en 2012, facturó U$S 3.640 millones el año pasado, y va camino a duplicar la cifra en 2018.
Haciendo dinero
YouTube nació en 2005 de la mano de tres amigos que notaron la dificultad de compartir las filmaciones que hicieron en una fiesta. El universo de los videos se expandió rápidamente y Google detectó su potencial. Un año después de su creación, compró la plataforma a cambio de U$S 1.650 millones.
Con el volumen incesante de imágenes (en 2017 se subieron 500 horas de video por minuto), el personaje de youtuber no tardó en aparecer: usuarios comunes que se lanzaron a crear videoblogs de un sinfín de diferentes temáticas. En poco tiempo incrementaron el número de seguidores y de visualizaciones, y tuvieron ingresos por publicidad en YouTube: lo que era un hobby se transformó en una profesión, alcanzaron fama y lograron vivir de su figura de youtuber.
¿Es para todos?
El director de la consultora Punto Marketing, Martín Orengia, opinó que toda persona o empresa chica puede sacar provecho de las redes, aunque aclaró que el éxito dependerá de la estrategia trazada para su objetivo. “Las empresas monetizan porque utilizan a las redes sociales como un medio de comunicación para poder llegar a su público objetivo. En cambio, hay personas que han encontrado alguna forma de volverse influenciadores: hacer que otros los vean, los escuchen o los lean. Así generan un volumen de seguidores y les ofrecen a las empresas la posibilidad de llegar a esas personas”.
El gerente de LA GACETA SHOP, Ariel Díaz Alián, aclaró que hacer dinero con las redes no es algo sencillo. “Tenés que dedicarte a full a eso, y es difícil; si te vas a dedicar a medias, ni lo hagás”, aconsejó. En ese sentido, dijo que el perfil de influenciador no está desarrollado en Argentina; menos en Tucumán.
El fashion blogger tucumano, Gonzalo Beceda, opinó que desde cualquier rubro se puede sacar provecho de las redes, siempre y cuando comprenda que no habrá resultados contundentes de manera instantánea. El tema costos suele ser el talón de Aquiles de las marcas o los comercios menos desarrollados.
Con éxito
Millonarios en la web
Según un ranking publicado por Forbes, el usuario Daniel Middleton (DanTDM), especializado en contenido relacionado con videojuegos, encabeza el podio de youtubers que obtuvieron mayores ingresos en 2017: U$S 16,5 millones. Lo completan Evan Fong (U$S 15,5 millones) y Dude Perfect (U$S 14 millones). Entre los latinos, el que mejor se posicionó fue el chileno Germán Garmendia, que llegó a facturar 5,5 millones de dólares al año.