Los lazos “familiares” entre los equipos del fútbol argentino son un tema importante. La paternidad (la recibida y la ejercida) se ha ganado una entidad: generalmente es recordada por hinchas y referenciada por los propios jugadores. Ser el “papá” de un equipo o que otro “te tenga de hijo”, es una historia que se repite según sea el rival.
En los últimos 20 años, Atlético tuvo todo tipo de relaciones. Por un lado, pasó cinco años sin poder ganarle a Boca Unidos, que se transformó en una novedosa bestia negra. Mucho más contra Gimnasia de Jujuy, al que tardó 25 años en volver a derrotarlo.
Por el otro, se afianzó como “padre” de equipos grandes y de manera inesperada: le ganó seis de los últimos siete enfrentamientos oficiales a Independiente y pasó a liderar el historial con Boca (también está arriba con el “Rojo”) por seis triunfos a cinco.
La rivalidad con Lanús, su rival de hoy a las 13.15 en el Monumental, también merece ser contada. Es que la historia entre el “Decano” y el equipo que tendrá hoy en frente, se escribió casi enteramente con tinta granate. La última victoria de Atlético fue en 1987, cuando ambos jugaban en la B Nacional (1-0).
Pasaron 22 años para que volvieran a enfrentarse en el Torneo Apertura 2009 y cuando el equipo de Héctor Rivoira parecía llevarse la victoria tras un 2-0 con 80 minutos de partido consumidos, pero dos goles encajados en esos 10 restantes tiraron todo por la borda y marcaron lo que sería el futuro del historial.
Aquel gol de Fabio Escobar (el 2-0 luego de marcar también el primero), un paraguayo que llegó a Tucumán como refuerzo para esa temporada sería el último que le anotaría Atlético a Lanús. Sí, 12 años y cinco enfrentamientos después, el equipo que hoy dirige Ricardo Zielinski no pudo siquiera marcarle un tanto a su rival de hoy.
A saber: tres derrotas por torneo local (0-3 en 2010, 0-1 en 2016 y 2017), una por Copa Argentina (0-2 en 2015) y el empate de este año (fue 0-0 y Lanús malogró un penal a los 90 minutos).
Con todo este panorama es importante destacar que quizás no exista para el “Decano” otra oportunidad mejor para cambiar la racha, como la que tendrá hoy.
El equipo que hoy dirige Luis Zubeldía lleva ¡14 partidos sin ganar en el torneo local! Luego de llegar a la final de la última Libertadores, el equipo se desmoronó a tal punto que complicó su situación con el promedio. Su último partido lo perdió por goleada: 1-5 ante River.
Atlético reconoce la paternidad pero está dispuesto a torcer el rumbo. Como lo hizo con equipos menores y como la ostenta con equipos mayores.