Una llamada de teléfono. Dos tonos. Y tres palabras: “cómo te va”. Desde el primer segundo de la charla, Sergio Massa intenta transmitir empatía. Se ofrece electoralmente, más allá de que diga públicamente que es prematuro pensar en su candidatura a presidente de la Nación por el Partido Justicialista. Se sentó en la mesa de los referentes no kirchneristas, pese a que su trayectoria como funcionario lo ubicó primero, en tiempos de Néstor Kirchner, como director ejecutivo de la Anses, y luego, durante la administración de Cristina Fernández, como jefe de Gabinete. Hoy lidera el Frente Renovador y, como él dice, está abierto a “la construcción de una alternativa amplia y generosa, que tenga la capacidad de pensar la Argentina del futuro, en base al desarrollo, el trabajo y la educación, como valores centrales”. El ex intendente de Tigre, no obstante, está convencido de que la gestión del presidente, Mauricio Macri, está aplazada por la sociedad, con medidas de ajuste que le han cambiado el humor al país. Lo afirma en la entrevista concedida a LA GACETA.
-¿Qué significado tiene la foto que difundieron del encuentro con los gobernadores Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti, y el senador Miguel Pichetto?
-Es el primer paso para la construcción de una alternativa amplia, generosa, que tenga la capacidad de pensar la Argentina del futuro, del desarrollo y el trabajo. Esa mesa tiene que tener muchas más patas; tiene que crecer y abierta con generosidad. Tiene que tener una mirada amplia no sólo de dirigentes políticos justicialistas, sino también de otras fuerzas, que tengan la capacidad de sentarse a pelear por el trabajo, el federalismo, las economías regionales y a pensar la Argentina sin mezquindades.
-¿Están dadas las condiciones para avanzar en la construcción de un espacio amplio en el que no prevalezcan los personalismos?
-Creo que para que la Argentina tenga destino, tenemos que superar esos personalismos e ir hacia el patriotismo. No creyendo que uno u otro pueden ser los dueños de la verdad. Tenemos que tener la humildad de creer que si uno no es imprescindible, tiene que saber dar un paso al costado. Si a mí no me toca liderar y le toca a otro, saber correrme y saber sentirme representado por ese otro.
-¿Cree que, en esta oportunidad, puede llegar a ser presidenciable?
-Eso lo decide la gente. Lo que tengo que hacer es garantizar la construcción de equipos que, económicamente, educativamente y desde el punto de vista productivo, le den a la Argentina una salida. Debemos pensar en equipos que estén pensando cómo el azúcar, los limones y el trabajo de los tucumanos los vendemos al mundo. Cómo nos defendemos de la invasión textil que hace que hoy Alpargatas esté al borde del cierre. También cómo pensamos en términos de Tucumán como centro logístico del norte de cara a nuestro primer mercado que pueden ser Perú, Bolivia o el norte de Brasil. Yo quiero más productos y trabajos tucumanos en los supermercados de Bolivia, Paraguay o Brasil.
-¿Qué le ofrece Massa al electorado tucumano?
-Mostrarle qué país es el que queremos, asentado en valores como la educación, pública, gratuita e inclusiva, que debe tener para siempre el porcentaje del PBI mayor al 6% actual. También contarles de nuestro esfuerzo para cuidar a los jubilados que hoy la están pasando mal y cómo vamos a cuidar el bolsillo de los tucumanos de los tarifazos que tienen que ver con las malas políticas aplicadas que llegaron a dolarizar el precio del gas y del transporte de luz. Tenemos que pensar en términos productivos para abaratar costos a los tucumanos.
-¿Viene el 17 al acto del Día de la Lealtad?
-Por estas horas estamos tratando de rehacer esa agenda de invitaciones a disertar en EEUU en función de tratar de mostrar que tenemos la humildad de acompañar a todos aquellos que tienen ganas de construir la Argentina del futuro.
-¿Quiénes son sus referentes en Tucumán?
-Me parece que hay que salir de esa lógica. Hay que hablar con todos aquellos que tengan ganas de construir la Argentina que se viene. No hay que poner el dedo sobre uno, sino abrir los brazos a todos aquellos que quieran ser parte de la construcción de una alternativa y no sólo de la política; tenemos que sentar a la mesa nacional de discusión a empresarios tucumanos, a sindicalistas, a los sectores de la sociedad civil y de la economía popular; a las iglesias y a los cleros. Tenemos que salir de la idea de que esto es un problema de dirigentes, porque lo que tenemos que construir un modelo de país distinto al modelo de fracaso que construyó (Mauricio) Macri.
-¿Cómo califica la situación actual del país?
-Llegamos a la desilusión y a la angustia. La Argentina está, económicamente, agonizando porque el Gobierno mira más al FMI en vez de mirar a sus comerciantes y a sus productores. Tenemos destino de Nación si dejamos de lado nuestras mezquindades, nos arremangamos y nos ponemos a laburar por el país.
-¿Y por qué no se hace eso ahora?
-Porque no compartimos el rumbo económico que eligió el Gobierno. No se debe mirar al Fondo, sino a los productores y comerciantes tucumanos, misioneros, correntinos y argentinos en general.
-¿José Alperovich o Juan Manzur?
-(sonrisas)...Los tucumanos eligieron a Alperovich y a Manzur. En un momento especial a cada uno. No creo que tenga que poner el dedo desde afuera. Tengo una vieja y buena relación con José; tengo una profunda admiración, respecto y valoración por el trabajo que viene haciendo Juan. Juan viene mostrando que se puede gobernar una provincia sin déficit, que se puede ser prolijo y que se puede ser abierto.
-¿Y por qué el gobernador tucumano no estuvo en la mesa inicial de reconstrucción del PJ?
-La verdad que no es un problema de quién estuvo y quién no estuvo, porque si no arrancaríamos mal. Juan Manzur es un tipo muy valioso, como dirigente y como persona. Todo el tiempo nos reunimos y miramos la situación del empleo y de la salud. Juan fue el primero que alertó sobre los problemas de vacunas cuando nadie hablaba del tema. Y el Gobierno tuvo que volver sobre sus pasos ante la presión social. Tiene buenos vínculos con el mundo del trabajo y relaciones internacionales para pensar la Argentina que viene. Además, quiere al país.
-¿El Presupuesto nacional 2019 debe salir en las condiciones actuales?
-Es malo porque en realidad no es el presupuesto que mira la economía argentina, sino las condiciones del Fondo.
-¿Qué vislumbra para 2019?
-Que Argentina construirá una alternativa y que permitirá que haya un cambio de Gobierno, que haya un nuevo rumbo para la educación, el trabajo y la producción. Y que tengamos un proyecto desarrollo productivo y económico para el norte argentino.
-Lo pensó el presidente Mauricio Macri al poner en marcha el Plan Belgrano...
-No. El Plan Belgrano sólo fue un anuncio para los diarios, no un proyecto de desarrollo. Fue una promesa de campaña, como lo fue la pobreza cero, el fútbol para todos gratuito, la reducción del impuesto a las Ganancias y tantas otras de la lista de promesas que forman parte de la desilusión de los argentinos.
-¿Cómo califica entonces a la gestión de Macri en estos casi tres años de mandato?
-Hoy está aplazado.