RÍO DE JANEIRO.- El “Trump brasileño”, el “delfín” de Lula, un ex banquero y un díscolo diputado religioso: 13 candidatos compiten hoy por la presidencia de Brasil, en un clima de alta tensión por una crisis política y el avance de la ultraderecha en el país más grande de América Latina.
En un panorama caracterizado por la abundancia de partidos y alianzas, las candidaturas para elegir al sucesor del conservador Michel Temer para el período 2019-2022 se basan sobre todo en la personalización y el arrastre individual. Estos son los ocho candidatos más conocidos, entre ellos los favoritos a pasar a segunda vuelta, los políticos que decepcionaron pese a ser señalados como aspirantes con posibilidades y aquellos que más llamaron la atención durante la campaña electoral. Más de 147 millones de brasileños irán hoy a las urnas, en un país que ha experimentado una recuperación económica.
• Jair Bolsonaro. El populista es visto como símbolo del ascenso global de la ultraderecha y, en clave local, como reflejo del peligroso descrédito de la democracia en el gigante sudamericano. El ex militar de 63 años es comparado con el estadounidense Donald Trump por sus agresivas diatribas nacionalistas. Su discurso, que elogia la última dictadura militar y de tintes machistas, racistas y homófobos, tiene eco entre muchos votantes hastiados de la corrupción. El candidato del partido PSL, recién salido del hospital tras ser apuñalado durante la campaña por un detractor, lidera los sondeos con el 32% de los apoyos, pero tiene un índice de rechazo de más del 40%.
• Fernando Haddad. El ex alcalde de Sao Paulo (2013-2016) fue designado sustituto del encarcelado ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en septiembre y saltó al segundo lugar de las preferencias. Haddad, de 55 años, tiene hasta el 21% de los apoyos en los sondeos y es candidato a pasar a la segunda vuelta. De perfil intelectual, el político del Partido de los Trabajadores (PT) ha conseguido atraer a parte de los votantes del carismático Lula. Haddad fue ministro de Educación entre 2005 y 2012. Su programa reivindica la gestión del PT entre 2003 y 2016, que impulsó planes de inclusión social e hizo un manejo económico pragmático. Su gran desafío es convencer a muchos electores que repudian los escándalos de corrupción del PT.
• Ciro Gomes. El diputado goza de prestigio en círculos de izquierda. Fue ministro de Integración Nacional entre 2003 y 2006 y colaborador de Lula. Gomes, un político de 60 años con un discurso refinado, alcanza en las encuestas el 11% de los apoyos y aparece ahora rezagado en la lucha por entrar en la segunda vuelta. El apoyo del candidato del partido PDT podría ser clave para Haddad en el posible duelo con Bolsonaro.
• Geraldo Alckmin. El ex gobernador de Sao Paulo (2011-2018) representa al centroderechista PSDB del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, uno de los partidos más tradicionales de Brasil. El político de 65 años ya fue candidato presidencial en 2006 y fue derrotado entonces por Lula. En los sondeos tenía el 9% de los apoyos.
• Marina Silva. La ex ministra de Medio Ambiente (2003-2008) era vista en círculos progresistas como esperanza para devolver la estabilidad al país. Silva, una mujer negra de orígenes humildes, se alejó de Lula por diferencias en la política medioambiental. Tras estar durante semanas en el segundo puesto de las preferencias con un 15%, la candidatura de Silva, de 60 años, se desinfló en las últimas semanas (4%) y parece no tener opciones de ir a la segunda vuelta.
• Henrique Meirelles. El ex banquero fue hasta hace poco ministro de Hacienda del Gobierno de Temer y es candidato por el partido del impopular actual presidente, el MDB. Meirelles, de 73 años, fue presidente del Banco de Reserva durante la gestión de Lula y también es identificado con una política favorable a los mercados. Su imagen de ejecutivo financiero y hombre del gran capital internacional, así como su falta de carisma, lo dejan, sin embargo, prácticamente sin posibilidades en la cita electoral del domingo.
• Guilherme Boulos. El joven líder de uno de los grupos sociales más influyentes de Brasil, el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo, es uno de los políticos emergentes de la izquierda. A sus 36 años, el carismático Boulos es comparado con el joven Lula cuando éste se erigió en gran líder político al frente del movimiento obrero en los años 70 y 80. Boulos, candidato del pequeño partido PSOL, no despegó, sin embargo, nunca en las encuestas y se perfiló en la campaña principalmente como futura promesa de la izquierda.
• Cabo Daciolo. Las opciones del político de 42 años del pequeño partido conservador Patriota son prácticamente inexistentes, pero Daciolo dio que hablar por sus extravagancias. Bombero militar y profundamente religioso, el también diputado causó furor en las redes sociales porque en un debate presidencial citó descabelladas teorías conspirativas sobre la supuesta instalación del comunismo en el continente y, recientemente, por sostener que 400 millones de brasileños son pobres (Brasil tiene 208 millones de habitantes).
Para que un candidato acceda a la Presidencia en la primera vuelta deberá obtener más del 50% de los votos, lo cual, a la luz de las últimas encuestas, parece difícil y todo apunta a que la elección se defina en un balotaje que se celebrará el 28 de este mes. (DPA)