No hay lugar para la queja. Atlético estuvo a la altura de los cuartos de final de la Copa Libertadores. Se animó. Jugó. Fue. Es cierto, perdió. Pero nadie puede objetar todo este recorrido. Ni los que llenaron el Monumental José Fierro cada partido; ni los que viajaron por toda América; ni mucho menos los observadores ajenos.

Atlético cayó eliminado ante un equipo intenso como lo es Gremio, el campeón defensor. No le alcanzó a este corajudo Decano dar vuelta la historia; no hubo otra vez magia y una noche épica. Pero es lógico. Porque no todos los días hay un carnaval bajo el cielo propio.

Pero este Atlético sí mostró personalidad. Y fue de la mano de Ricardo Zielinski, que recaló en Tucumán con el objetivo de mantener la competitividad que había conseguido en los tiempos de Pablo Lavallén. Con trabajo, orden y el talento de sus hombres clave, el Ruso se le animó a los imposibles.

Y así este conjunto tucumano logró por primera vez que un equipo indirectamente afiliado a la AFA alcance los cuartos de final del torneo continental más importante de América.

No solo eso: este club, que hasta hace unos años estuvo quebrado y en la tercera categoría del fútbol argentino, cosechó cosas impensadas gracias a su participación en el certamen internacional. 

Se transformó en un "Gigante del Interior" que ahora tiene un superávit en sus cuentas. Y gran parte tuvo que ver la cosecha de dólares que recogió esta temporada, producto de su performance en la fase de grupos y la clasificación a los ocho mejores del continente.

Esto es Atlético. Un equipo que en 2008 ganó el Argentino A, un campeonato que llegó después de varios años de espera, y volvió a la segunda categoría del fútbol argentino; que un año después, en 2009, cosechó el ascenso a Primera. Y un pronto regreso a la B. Hasta 2015, cuando regresó a la elite tras coronarse en la Segunda División.

Desde entonces, el Decano tiene asistencia perfecta en la Superliga, sumado además una final en la Copa Argentina y, por supuesto, sus citas continentales.

Anoche fue el fin de esta hazaña. Quizás haya sido un 'hasta pronto'. "Pusimos todo lo que había que poner", dijo el Ruso. Y no se equivocó. Porque este equipo, con entrega y hazañas, se transformó en este tiempo en el "Club Atlético Garra y Corazón".

REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS
REUTERS