Cuando se anunció oficialmente que Walter Gastón Coyette sería el nuevo director técnico de San Martín, muchos “cirujas” fruncieron el ceño. Las dudas que tal gesto evidencia resultaban comprensibles: las estadísticas no juegan en favor del “Gato”. Cuando consiguió el ascenso con Chacarita, su equipo mostró buen fútbol; pero en la Superliga anduvo por demás flojo: sobre 33 puntos posibles, el “Funebrero” cosechó seis (18,2%). Con San Martín de San Juan la cosa apenas mejoró: por el torneo dirigió 13 encuentros, en los cuales se quedó con 13 puntos (33,3%).

El equipo de La Ciudadela colectó cuatro puntos en Primera, sobre los 18 que disputó; es decir, un 22,2%. No puede darse el lujo de seguir dilapidándolos. Pero más allá de sus vacilaciones, el hincha dejó de lado los eventuales cuestionamientos, porque comprendió que en estos duros momentos sólo cabe el apoyo. Y para eso se llegó en masa al estadio la calcinante mañana del domingo.

“No queda otra que tener confianza en Coyette. Además, esto es fútbol, y puede pasar cualquier cosa. La demostración que hicimos los hinchas, de lo que es San Martín, les llegará a los jugadores y al cuerpo técnico”, sostuvo Jorge Briseño. En especial, espera que el plantel reciba el mensaje: “ojalá se den cuenta de dónde están jugando. San Martín significa mucho, para mucha gente; le cambia el humor en el laburo, en la casa”.

“No son tan importantes los antecedentes del técnico, porque San Martín necesita un cambio de timón. Hoy en día, el fútbol se maneja más por estados anímicos que por disposiciones tácticas. Si Coyette es un buen motivador, tiene que sacar a San Martín adelante. En su favor tiene que es joven”, consideró Luis Bruna. En su opinión, la cosa pasa más por lo psicológico. “Es así; el fútbol está muy parejo. En la Copa Argentina resulta común ver que equipos del Federal A o de la B Metropolitana le hacen partido a equipos de la Superliga; y eso tiene que ver con el estado anímico”, afirmó.

A Oscar García, Coyette no le gusta. Pero, al igual que muchos hinchas, deja de lado los cuestionamientos. “En este momento todos debemos apoyar al plantel; porque con el aporte de todos vamos a salir adelante. Espero que el equipo se contagie de la gente; hoy en día, la salida de esta situación pasa más por los jugadores”, indicó. A su criterio, la multitudinaria convocatoria del domingo debe impactar en el equipo. “Debe funcionar como un aliciente; que ellos vean que todo el pueblo ‘ciruja’ los está apoyando. Y que nos cumplan; venimos a alentar con esa expectativa”, señaló García.

El sábado, desde las 13.15, San Martín jugará otra final: contra Aldosivi, en Mar del Plata. Coyette tiene cuatro días y medio para trabajar, y para hablar. El hincha apoyará; pero espera que el equipo empiece a conseguir los puntos que le den oxígeno.

LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
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LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA
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