De la realidad se pasó al cine y ahora se repite casi exactamente el guión de la película y de esa misma realidad. Pero esta vez se produce en un museo de Portugal, décadas más tarde del hecho inicial. Y como una farsa seguramente, porque no hay proceso judicial de por medio (por ahora).

“Dirty pictures” (2000) cuenta la historia verdadera del director del Centro de Arte Contemporáneo de Cincinnati, Dennis Barrie (interpretado en el filme por James Woods), que organiza un evento para exhibir una serie de fotos de Robert Mapplethorne, denominado “The perfect moment”. El sheriff de Cincinnati observa el contenido explícitamente sexual de las imágenes y censura la exposición con cargos penales a Barrie por obscenidad y pornografía. El director se enfrenta al juicio, y se arriesga a perder su trabajo y su familia para defender el derecho a la libertad de expresión. Todo esto ocurrió en 1990.

El sábado, el director del Museo de Arte Contemporáneo de Serralves de Oporto, João Ribas, tuvo que renunciar después de la polémica creada por la restricción a mayores de 18 años de una parte de la exposición del fotógrafo Mapplethorpe.

El funcionario había anunciado una exposición “sin obras tapadas, salas especiales o algún tipo de restricción por edades”, según informa la agencia EFE. Se trataban de 170 obras que, además de desnudos, algunas tenían un contenido sadomasoquista.

Ante ello, la administración del museo decidió restringir a mayores de edad esa parte de la exhibición de Mapplethorpe. Tras la polémica, Ribas -director artístico desde enero de este año-, consideró que no tiene “condiciones para seguir al frente de la institución”, por lo que dimitió.

La censura se cobró otra víctima, en un tiempo en el que internet todo lo puede (o casi) y no hay imagen que no pueda viralizarse.

Escándalo

En los 80, Mapplethorpe escandalizó al mundo con fotos de hombres desnudos y prácticas sexuales. Fotografiaba los cuerpos sin ropa, violados, corrompidos; el sexo en su esplendor con modelos afroamericanos instalados en el under. Con la misma intensidad, tomaba fotos de flores (especialmente orquídeas y lirios de agua).

Novio de Patti Smith (la llamada “madrina del punk”), el artista era gay, creó su propia estética y murió de sida, a los 42 años. “La luz, los encuadres, esos cuerpos negros como el ébano, lo hicieron famoso”, recuerda el portal Sinembargo.mx sobre su creación.

Las mismas fotos que se exhibían en Oporto se pudieron ver hace años, en la década del 90, en Nueva York. Y una galería tuvo que cerrar ante la presión de las autoridades.

Autorretratos

El artista retrató a celebridades como Andy Warhol, la cantante y actriz Deborah Harry, Richard Gere, Peter Gabriel, Grace Jones y a la misma Smith. Las revistas Vogue y Vanity Fair le encargaron algunos de estos trabajos. Admiraba a Warhol, aunque su estilo lo distanció, sobre todo por el uso del color.

Si trabajaba en blanco y negro, su espacio fue el estudio transformado en un laboratorio; las imágenes tenían un gran formato. Sus primeros trabajos con una cámara fueron autorretratos realizados en una polaroid. Sus fotografías atraparon la atención de los medios de comunicación. Lo cierto es que es imposible permanecer indiferente ante ellas.

Además de películas para la pantalla grande, HBO le dedicó un informe especial para la televisión. “Mapplethorpe” (dirigida por Ondie Timoner) se estrenó este año, precisamente, y cuenta la vida del artista. También la industria editorial le dedicó libros, incluso uno firmado por Smith, “Just kids”.