Tensión y más tensión. Mientras los policías realizaban un allanamiento en una vivienda habitada por supuestos integrantes del Clan Toro, una veintena de jóvenes, al menos, rodeaban la casa del barrio “El Matadero” acelerando y desacelarando las motos en las que se trasladaban. El acto intimidatorio no evitó que la fuerza encontrara armas y drogas, en poder de personas que pertenecerían al grupo que está sospechado de dirigir una organización dedicada al narcomenudeo.

Este fue el desenlace de una historia que comenzó a escribirse el sábado. Cerca de las 15, en una camioneta Amarok blanca, dos jóvenes desconocidos realizaron disparos de ametralladora contra la casa de “El Chavo” Carrión, líder del grupo que mantiene un histórico enfrentamiento con los Toro. Un proyectil rozó en el pecho de un joven que circulaba con un Audi por el pasaje Blas Parera al 600.

Los testigos habrían identificado a Maxi y a Ismael Toro como los responsables del ataque. También dijeron que el vehículo pertenecería a Margarita Toro, la supuesta líder.

La camioneta en cuestión sería la misma en la que se trasladaba “La Patrona” -como se la conoce en Villa 9 de Julio- cuando fue secuestrada en abril pasado. Por este hecho fueron acusados los miembros del Clan Robles.

Allanamientos

El fiscal Pedro Gallo, que investigó el caso, con la autorización del juez Facundo Maggio, ordenó cuatro allanamientos. Personal de la Seccional 10ª, de Infantería de la Capital, Drogas Peligrosas (Digedrop) y Criminalística, al mando de los comisarios Gustavo Gómez, Héctor Chávez, Jorge Nacuse y Walter Álvarez, ingresaron a la casa de Margarita Toro, donde no encontraron ninguna prueba en su contra. Con un tal “Coquito” Torres, la medida también arrojó un resultado negativo. Lo mismo sucedió en el domicilio del “Chavo” Carrión, la víctima del ataque que inició esta causa.

Los investigadores recuperaron la sonrisa cuando requisaron el domicilio de una mujer en el barrio “El Matadero”. Allí, según confirmaron fuentes policiales y judiciales, encontraron droga (más de medio kilo de cocaína y 15 bagullos de marihuana), dinero y lo que habían ido a buscar: una pistola ametralladora, cargadores para esa arma y 340 balas nueve milímetros. (Ver aparte).

Los pesquisas sospechan que los detenidos formarían parte o trabajarían para los Toro. Luis Ibáñez, secretario de Seguridad, relató que los sospechosos, ni bien ingresó la fuerza al domicilio, habrían dicho “la Margarita no tiene nada que ver con esto”.

Los vecinos indicaron a LA GACETA que cuando los uniformados ingresaron a esa vivienda, en cuestión de minutos, se presentaron al lugar decenas de jóvenes en moto. “Eran los soldaditos que trabajan para ellos. Dicen que también estuvo ella y su hermana Verónica dando vueltas por el lugar. Mirando que sucedía”, indicó Beatriz, vecina del barrio.

Ricardo Fanlo, representante legal de la familia Toro, desmintió esa posibilidad. “Las personas que fueron detenidas no tienen ningún parentesco o relación laboral con las personas que represento. A la señora Toro le allanaron la casa por esta causa y no secuestraron nada. No hay razón alguna para vincularlos”, señaló.

Javier Lobo Aragón, defensor de la familia Carrión, se alegró por los resultados de los allanamientos. “Desde hace varios meses que veníamos presentando denuncia en contra de los Toro por abuso de arma de fuego. Finalmente, pudieron encontrar las armas que utilizan”, concluyó.