El Clan Toro, una de las organizaciones que está acusada de sostener una red de narcomenudeo en la capital tucumana, sufrió un duro golpe en las últimas horas. La Policía, en una serie de allanamientos, que realizó en distintos barrios de la ciudad, secuestró armas y drogas. Los resultados de las medidas prueban el poder de fuego del grupo y suman indicios de la actividad a la que se dedica. Los uniformados detuvieron a dos personas.
Margarita, el corazón y el cerebro del Clan ToroA raíz de un enfrentamiento armado producido el sábado en Villa 9 de Julio, el fiscal Pedro Gallo, con la autorización del juez Facundo Maggio, ordenó a la policía realizar medidas en las casa de Margarita Toro, “Coquito” Torres y una mujer identificada como M.R., todos sospechados de ser integrantes de la supuesta organización.
En la casa de la última, que tendría relación con Martín Toro, los uniformados encontraron un arsenal y secuestraron más de medio kilo de cocaína y una cantidad no precisada de marihuana. También incautaron $26.000 en billetes de baja denominación, lo que probaría la venta al menudeo de la droga.
Lo que el secuestro de Margarita Toro dejó al descubiertoLos pesquisas descubrieron también un arsenal en la vivienda, ubicada en el barrio El Matadero: una pistola nueve milímetros y una pistola ametralladora FMK3, que tiene un alto poder de fuego. Los sospechosos tenían ocultos en diferentes partes del domicilio un total de 340 proyectiles y dos cargadores para 40 balas para el arma más potente. La Justicia ordenó la aprehensión de la propietaria de la casa y de un joven de 21 años, que también se encontraba en el lugar.
El sábado a la siesta, según consta en el expediente judicial, Los Toro habrían disparados ráfagas de ametralladora en contra del domicilio de “El Chavo” Carrión, líder del clan enemigo. En ese ataque resultó herido un joven que circulaba por el lugar en un auto de alta gama. La víctima, después de ser atendida en el Centro de Salud, fue dada de alta.