“A mí siempre me dijeron ‘Carlitos’”, indicó Juan Carlos Straatman. “¿Le habrán dicho ‘El Alemán’ por su apellido?”, le consultó el fiscal Pablo Camuña. “No creo porque es de origen holandés”, le respondió el acusado de haber sido el proveedor de la marihuana que comercializaba el grupo conocido como “La banda de Trayán”. El acusado sí reconoció que se dedicaba a la venta de celulares, tablets, computadoras, cañas de pescar y cigarrillos que hacía ingresar de manera ilegal desde Paraguay. “Y algo de evasión fiscal también cometí”, confesó.

Fletes demasiado caros

Añadió que tenía vínculos comerciales con la provincia. “En un momento pensé traer arena fina de Chaco y Corrientes a Santiago del Estero porque en esa provincia no había. Después me interesé en comprar azúcar, limón y carbón, pero nunca llegué a concretar ninguna operación. El precio de los fletes hacía todo muy difícil”, destacó cuando habló frente al tribunal.

“Pido que me metan preso por político, pero no por narco”, le solicitó Trayán al Tribunal

Straatman aseguró que conocía a Ricardo García (lo conoció cuando compartió encierro en una prisión de Córdoba donde ambos estaban alojados por diferentes causas de drogas) y a Julio César Trayán. “Una vez nos reunimos porque me quería vender azúcar, pero no llegamos a ningún acuerdo”, dijo el correntino. También aseguró no conocer a Carla “La Jefa” Sánchez, líder de otra organización que fue condenada por tráfico de drogas y que actualmente está alojada en el penal de Güemes, Salta.

Reconoció que varias veces viajó a Tucumán. “Traía cañas de pescar para que las vendan en los puestos que están instalados en la ex Terminal de Ómnibus. Eran elementos que podían resistir 10, 15 y 20 kilos”, explicó.

Venta de cigarrillos

Straatman reconoció que sí realizaba negocios. “Le vendía cigarrillos que se los enviaba en bolsas para conservar mejor el cargamento. Obviamente que las malas condiciones climáticas influían en su traslado, ya que siempre buscábamos que llegue de la mejor manera. Es más, en un tiempo pensaba hacer un acuerdo con las tabacaleras paraguayas para conseguir un mejor precio y así traer sus productos al país”, reconoció.

Celulares truchos

Sobre los celulares, confirmó que no eran verdaderos. “Por ejemplo, la carcasa era de un Samsung, pero el interior no. Era como una especia de estafa, pero eso es común cuando uno trabaja con cosas importadas”, declaró.

Pedido

El correntino dijo que padece una enfermedad terminal y que la situación de encierro le provocó una sordera. También contó que antes de ser detenido realizó varios viajes a Paraguay por razones de salud de su esposa.

“En el operativo que realizó la Policía Federal me incautaron un fajo con unos 10.000 dólares. Aquí tengo pruebas que demuestran que los adquirí legalmente en Paraguay. Por eso le pido al Tribunal que realice las gestiones necesarias para que me devuelvan ese dinero. Es muy importante para que mi esposa continúe con el tratamiento, que es muy costoso”, indicó antes de entregar los papeles que tenía para probar sus dichos.