El legislador radical Raúl Albarracín rechazó la posible adhesión a la ley nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable (25.673) que se debate en la Legislatura, ya que opinó que la norma carece de ciertos valores. "No existe una necesidad que Tucumán se adhiera a esa ley. Venimos de un debate en donde el Senado se pronunció rechazando el aborto en Argentina, y esa ley abre el protocolo de aborto. Si queremos trabajar en serio en la temática de salud sexual, lo que podemos hacer es una nueva ley", dijo desde los estudios de "Buen Día".
El radical criticó el "reparto masivo" de preservativos, píldoras anticonceptivas y la del día después, que "es directamente el aborto de un embrión. Creo que hay serios reparos", cuestionó.
Debaten sobre salud sexual y apuntan a bajar la cifra de embarazos adolescentes en TucumánAl respecto, Albarracín explicó que para él una ley debe tener valores. "Concibamos al placer pero con responsabilidad. Hay un cúmulo de factores que hay que tener en cuenta cuando se trata este tipo de leyes", dijo.
"¿Por qué la solución, sí o sí, tiene que ser el reparto masivo o la colocación de anticonceptivos a todo el mundo, como si fuera una vacuna que hay que ponerles a todos? Hay que saber hacer a las personas, más personas. Trabajar respetando la dignidad de las personas y teniendo en cuenta todos esos valores que digo cuando se sanciona una ley", ahondó.
El parlamentario, no obstante, aclaró que debe haber salud sexual en las instituciones educativas, aunque consideró que debe darse en un marco de respeto a los padres.
El legislador recordó que en octubre del año pasado presentó un proyecto para crear el sistema integral de protección de la mujer embarazada y del niño por nacer. "Consiste en que, en situaciones de embarazo con dificultad o mujeres que se encuentran en situaciones de culpabilidad o embarazos no deseados, no tenga que acudir al drama que significa el aborto; sino que el Estado tenga una mano extendida para que la opción siempre sea la vida".
La iniciativa presentada por Albarracín prevé un punto novedoso, que es el registro de los concebidos no nacidos. “Se reconocerá con nombres y apellidos a los que fallezcan en el vientre materno, con carácter facultativo y a solicitud de los progenitores”, había explicado. Los datos servirán a fines estadísticos para la formulación de políticas públicas y a los padres para que puedan recordarlos y rendirles honores.