BERLÍN.- La canciller alemana, Angela Merkel, señaló ayer la necesidad de tomarse en serio el debate abierto entre la población después de las acusaciones de racismo del futbolista alemán Mesut Özil, de origen turco, cuando anunció su decisión de abandonar la selección alemana de fútbol después del Mundial.
“Si alguien de origen migratorio como Özil dice que no se siente bien tratada en esta sociedad, deben ser tomadas en serio. Hay que hablar sobre ello”, declaró en la tradicional entrevista de verano en la cadena pública de televisión alemana ARD sobre las voces que apuntan a una discriminación en el país entre los alemanes de familia germana y los alemanes con raíces migratorias.
“Recuerdo una discusión con inmigrantes de origen turco donde una chica con pañuelo en la cabeza que acababa de graduarse en el instituto dijo que nadie se creería caminando por la Friedrichstr. que había sacado la máxima nota”, indicó.
La polémica surgió en torno a una foto del futbolista con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en mayo, en Londres, en plena campaña electoral turca. “Uno puede discutir sobre si la foto estaba bien o mal, pero no me gustó el tipo de discusión que siguió”, indicó la líder conservadora. (DPA)