Sergio Prina apenas podía escuchar la entrecortada llamada de Agustín Toscano, en la serpenteante ruta que une Tucumán de Catamarca. Era la tarde del sábado, y el director de “El motoarrebatador” le informaba desde Perú que había ganado el galardón a mejor actor en el 22 Festival de Cine de Lima por su protagónico en esa película como un delincuente que entra en crisis tras un robo violento.

“Me decía que tenía 10 minutos para mandar un video de agradecimiento para mostrarlo en la ceremonia de cierre, que él me retiraba el premio. Pero yo estaba de viaje con todo el elenco de ‘... Que pase algo’ porque nos íbamos a hacer función en la gira teatral NOA y no podíamos parar en el camino. Me decía que pare el colectivo, que me meta en el baño y grabe algo, pero esperé a llegar, busqué un fondo presentable y lo hice. No entendía muy bien lo que había pasado ni lo que estaba haciendo”, reconstruye. Prina es el director de esa puesta teatral, con la cual ganó el año pasado la Fiesta Provincial de Teatro y representa a las tablas tucumanas en todo el país con numerosas giras y representaciones.

La fiesta para él no se detuvo. En la noche del domingo, el filme tucumano fue elegido como el mejor del 13° Festival Latinoamericano Tucumán Cine Gerardo Vallejo y se alzó con $ 200.000, junto a elogios unánimes del jurado integrado por Estrella Araiza (México), Priscila Andrade (Brasil) y Mauricio Asial (Tucumán). Y a fines de septiembre competirá por U$S 35.000 en la sección Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián (España), donde se enfrentará a otras 11 producciones, entre ellas las argentinas “Familia sumergida” (de María Alché), “Sueño Florianópolis” (Ana Katz), “Marilyn” (Martín Rodríguez Redondo) y “Figuras” (Eugenio Canevari). En este certamen, “El motoarrebatador” puja además por el premio de la Juventud, al ser primera película de un novel creador.

“Estoy con una felicidad increíble, festejando todo el fin de semana. No puedo creer nada. Es una película que queremos un montón, a la que hemos pensado muchísimo, que pasó mucho tiempo desde la primera charla con Agustín hasta ahora. Se está dando lo que uno siempre espera que pase, que tenga vida propia, como un hijo que nos está haciendo quedar muy bien”, describe.

El actor aclara: “nunca pensé qué esperaba de esta película; siempre me concentraba en que era una experiencia más de cine y de aprendizaje, para poder conocer un universo nuevo adonde ponía mi atención”. “Lo único que quería era que le guste a la gente. Lo que tiene que ver con festivales, premios y circulación, no estaba en mi pensamiento ni termino de entender cómo funciona ese mecanismo”, agrega.

Su camino en el cine no se detiene. En un mes se va a estrenar “Sangre blanca”, una película de Bárbara Sarasola-Day protagonizado por Eva de Dominici y Alejandro Awada, donde interpreta “un personaje bastante cercano a mí, un laburante de mi edad, que me resultó cómodo hacer”. En noviembre comenzará a filmar otro largometraje en el sur y al mes siguiente, un corto en Entre Ríos, mientras espera definiciones para el próximo año. “Está buenísimo porque han aparecido varios proyectos”, asevera, con una alegría desbordante por una sucesión de buenas noticias que todavía le hacen abrir grandes los ojos.


> Funciones especiales
proyecciones en la Hynes O’connor

En el Espacio Incaa que funciona en la sala Hynes O’Connor (en la planta baja de San Martín 251) habrá funciones especiales de la premiada “El motoarrebatador” durante esta semana, para alumnos de la Escuela Sarmiento y de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Tucumán. La película de Agustín Toscano se proyectará hoy a las 14; mañana a las 10.30; y el jueves a las 10.30 y a las 17. También se verá “Sinfonía para Ana”, la ópera prima de ficción de Virna Molina y Ernesto Ardito, quienes son dos de los principales referentes del cine documental en el país.