Horas después de asumir al frente del Juzgado de Menores N° 2, Federico Moeykens analizó la problemática de los adolescentes tucumanos durante la emisión de hoy de "Buen Día", el noticiero matutino de LG Play, y manifestó el cambio de paradigma en el derecho internacional, que hoy busca responsabilizar a los jóvenes para que tomen conciencia del daño provocado. Además analizó la relación directa entre el consumo de drogas y la delincuencia.

"El adolescente era objeto de derecho y hoy, según el nuevo Código Civil y de acuerdo al paradigma del Derecho Internacional, es un sujeto de derecho en desarrollo. Ya no es tanto tutelarlo, sin escucharlo. Ahora se lo escucha y la tendencia es responsabilizarlo por lo que termine haciendo. De algún modo, la idea es sacarlo del sistema pero que sea consciente del daño que pudo haber causado", expresó Moeykens, que el martes juró en su nuevo cargo y ayer, oficialmente, se puso a la cabeza del juzgado.

"Hay un cambio, pero lamentablemente, por la ausencia de operadores especializados, hoy los juzgados de menores son los únicos que tratan de bregar por eso, acompañados por la Dirección de Familia y la oficina de Derechos Humanos de la Corte Suprema", continuó el juez, que tendrá el desafío de liderar una de las áreas más sensibles de la justicia tucumana.

Siguiendo con su análisis, Moeykens reflexionó sobre la repercusiones mediáticas que tienen los adolescentes que delinquen. "El niño siempre está asociado a lo bueno, a lo puro y a lo sano. De pronto, cuando aparece ligado a una problemática delictual, la sociedad se escandaliza y da la sensación que el caso de un menor, por decirlo de alguna forma, vale por 100 adultos", sostuvo.

Antes de asumir con juez de menores, Moeykens se desempeñó como funcionario de la defensoría oficial penal y esto lo llevó a enfrentarse con múltiples casos. "Teniendo contacto con adultos delincuentes, uno veía que los problemas estaban muy ligados con el consumo de drogas. La delincuencia y la droga van de la mano. No se pueden abordar un tema sin abordar el otro, desde el punto de vista de la seguridad", sostuvo.

Al ser consultado sobre los desafíos que lo esperan en su nueva función dentro de la justicia provincial, el juez fue claro. "Una de las funciones del juez de menores es reencausar en la vida a ese adolescente. Una sentencia no es mágica y requiere de mecanismos estatales correspondientes. Disminuyendo el consumo de drogas, como una causal asociada a la problemática en sí".

Sobre las herramientas con la que se cuentan en Tucumán, el funcionario concluyó que "nunca va a ser suficiente lo que se haga, el sistema es más bien perfectible".