Los dichos de un funcionario nacional cayeron como plomo a dos intendentes. El secretario de Infraestructura y Política Hídrica nacional, Pablo Bereciartúa, aseguró que se cambiarían las condiciones de financiamiento del proyecto para dotar a Banda del Río Salí y a Alderetes de una red cloacal y de una planta de tratamiento de aguas negras: se buscará que el 70% de los fondos sean aportados por la Nación y el 30% restante por la Provincia.
“La definición del Gobierno nacional es dar prioridad y financiamiento para que comiencen las obras, siempre buscando un equilibrio entre el financiamiento que pone la Nación y los fondos que suministra la Provincia. En general, apuntamos a que ese equilibrio sea en una relación 70 a 30, en donde los fondos nacionales financian el 70% del proyecto y cada provincia el 30% restante. Es lo que estamos tratando con el gobierno de la Provincia”, aseguró el funcionario macrista a LA GACETA.
El proyecto fue presupuestado en $ 1.200 millones y beneficiará a cerca de 90.000 vecinos de Banda del Río Salí y Alderetes que no cuentan con cloacas (cerca del 70% de la población de esas ciudades). Entre las posibilidades de financiamiento, las obras podrían solventarse con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o a través de la línea de Participación Público Privada (PPP). Desde comienzos de año sólo resta finiquitar detalles técnicos para la convocatoria a una licitación.
“Me llama la atención, con esta obra siempre hay una coma, un punto, un pero, una excusa o, como se dice en la cancha: nos están corriendo el arco. Esta obra está calzada financieramente a través del Banco Interamericano de Desarrollo”, planteó, ofuscado, Darío Monteros, intendente de Banda del Río Salí.
El proyecto para la construcción de la red cloacal de Alderetes y Banda del Río Salí y la planta de tratamiento de aguas negras forma parte de un proyecto macro: el cordón sanitario del Gran San Miguel de Tucumán (incluye a Las Talitas, Tafí Viejo, Villa Carmela, Alderetes y Banda del Río Salí). Hace nueve años se iniciaba la primera etapa, que incluía a Tafí Viejo, Villa Carmela y Las Talitas. Se buscaba revertir la falta de servicios tras la creación de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT): en 2004 la mitad de la población provincial no tenía cloacas.
Bereciartúa visitó Tucumán esta semana para dar inicio a la construcción de una planta potabilizadora en Amaicha del Valle. “Sobre las obras que aún están pendientes, debemos terminar de acordar cuál será la participación de la financiación de cada gobierno. El Gobierno nacional financia obras muy importantes en un 100%, pero pretendemos que haya un porcentaje de participación de las provincias. Por ello se trabaja en el esquema en el que los distritos realizan proyectos equivalentes al 30% del monto global”, continuó el funcionario macrista, quien encabeza el plan de obras de saneamiento de la Nación.
Bereciartúa aseguró que el convenio de financiamiento compartido se enmarca en un criterio de federalismo. “La visión federal pasa por una serie de criterios. Por un trabajo en conjunto con las provincias, por eso hoy tenemos obras en todas las provincias del país y no en el pasado, cuando el Gobierno nacional invertía sólo en las provincias de su color político. Otro criterio es que Nación financie las obras más grandes, donde tiene sentido invertir, y en otras se cofinancien. A las obras de menor escala las deben encarar los gobiernos locales. Por eso las provincias recuperaron coparticipación con la devolución de los porcentajes retenidos”, explicó el funcionario.
El funcionario nacional aseveró que la inversión en obras de saneamiento es el mayor en la historia. “El avance que se está logrando en todo el país es histórico. Estamos construyendo 50 plantas depuradoras, ya hemos terminado 12. Argentina tenía menos del 20% de sus aguas servidas tratadas, se las arrojaba directamente a la naturaleza. Con las obras que vamos haciendo vamos a duplicar esos valores”, defendió la gestión. Aseguró que algunas provincias, como San Juan y Tierra del Fuego, pudieron revertir sus indicadores y alcanzar el 100% de la población con acceso a agua potable y cloacas. “Venimos de décadas de populismo, de falta de inversión, y eso no se puede revertir en 4 años. Argentina tiene un atraso... el 50% de la población no tiene cloacas. En Chile el 100% tiene cloacas. Hace 30 años la mitad de la población no tenía cloacas. Les llevó 15 años de obras, a un país más pequeño que el nuestro”, finalizó.