La Ciudadela es una fiesta y todo gracias a San Martín: el "Santo" venció a Atlético 2-1 y se quedó con el segundo clásico de invierno ante la mirada de toda su gente.

Otra vez la alegría fue de San Martín, que había logrado empatar 1-1 en el partido de ida que se jugó el Monumental. Y esta vez, la historia también arrancó con un gol de "Decano", aunque el equipo de Darío Forestello logró darlo vuelta con dos genialidades.

Rodrigo Aliendro fue el que abrió la cuenta en el primer tiempo, aprovechando un mal rebote del arquero Jorge Carranza luego de un tiro libre. El "Decano" se dio el gusto de festejar este tanto en una Ciudadela colmada, pero no la alegría no duraría demasiado.

Sin brillar, Atlético hacía las cosas bien y se aprovechaba de su ventaja, hasta que el complemento todo cambió. En un lapso de siete minutos, San Martín empató y logró dar vuelta la historia.

Mirá la atajada de Lucchetti, que salvó a Atlético en La Ciudadela

Franco Costa puso el 1-1 en una contra letal, recibiendo un buen pase de Claudio Bieler, que se la bajó de cabeza. El ex Flandria, una de las figuras de la cancha, fue más rápido que Cristian Lucchetti y la clavó arriba. 

El siguiente, fue un golazo, todo de Fabián Espíndola. El volante encaró por izquierda luego de un cambio de frente de Arregui, se acomodó y le pegó al ángulo: inatajable para un Lucchetti que había salvado las papas en el primer tiempo.

Esta vez, el arquero "Decano" no pudo hacer nada con la bocha de Espíndola, que desató la fiesta en Bolívar y Pellegrini.

Entre los lujos de Nicolás Giménez y los buenos movimientos de Bieler, y Matías García, San Martín alejó el peligro de su área y mantuvo intacta la ventaja.

Clásico caliente: hubo insultos y empujones al cierre del primer tiempo

San Martín quedó bien parado y con el ánimo por las nubes para la Superliga que se viene y la Copa Argentina que también lo mantiene atento. 

A Atlético le tocará hacer borrón y cuenta nueva cuanto antes para pensar en los partidos por los puntos y dejar atrás el mal trago.

LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
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