El próximo 17 de agosto, aniversario de la muerte de José de San Martín, otro José con apellido de santo, cumplirá 30 años. Hablamos de José San Román, el -hasta ahora- último refuerzo de Atlético que, con menos de una semana en el club, será titular en el partido de hoy ante Tristán Suárez, en el debut por la Copa Argentina.
Se trata un número redondo que no solo sirve para poner más énfasis en los festejos sino para empezar a hacer balances en la vida del lateral derecho.
“Llego en un buen momento de mi carrera. Estoy maduro después de varias experiencias”, le confiesa a LG Deportiva.
Esas experiencias comenzaron en el 2000, cuando con 12 años llegó a River. San Román atravesó todo el camino de las divisiones inferiores más prestigiosas del país en la cancha y en las aulas, hasta su debut profesional en 2006 (jugó un partido ante Vélez).
“Hice toda la secundaria en River. Toda la contención en esa etapa de tu vida es importante, más para los que venimos del interior”, comenta. El jugador nació en San Martín, Mendoza y cuando llegó al complejo de Ojo de Agua se dio con las aulas “decanas” que intentan emular lo que River hace desde hace décadas.
“(La contención) tiene que ser buena porque dejás todo de lado y por momentos te sentís solo. Contención en lo emocional, en lo personal, en el colegio, en todo”, insiste. “Por suerte me formé en el mejor club del país”, agrega.
Todo eso ayudó para que afrontara más desarraigos: después de seis meses en River, emigró a Tigre, luego a San Lorenzo y con 21 años jugó en Europa por primera vez. “Fue una experiencia corta, me hubiese gustado que dure un poco más. Yo era muy chico pero la pasé muy bien”, cuenta tras un breve paso por la versión B de Zaragoza.
Al volverse, después de un paso por Godoy Cruz y Arsenal, tuvo “el mejor momento de su carrera”, según sus palabras. “En Huracán tuve mi mejor momento y después me fui a Holanda”, continúa con el relato. Más precisamente a La Haya, más conocida por su supremo tribunal pero también por ADO Den Haag, el equipo de la ciudad.
“Sacando lo futbolístico, fue otra experiencia increíble para mi y toda mi familia”, cuenta. Viajó con todos sus miembros hasta los Países Bajos y pese a que jugó poco, aprendió de un lugar completamente diferente a su San Martín natal. “El idioma, las costumbres, el estilo de vida, los horarios para hacer las cosas, todo diferente. Un gran aprendizaje”, reconoce.
Buenas referencias
Una vez de regreso tras el paso por Holanda, llegó a Newell’s donde fue compañero de Bruno Bianchi y Nery Leyes, quienes hoy también serán titulares en la cancha de Arsenal. “Siempre que vas a un club pedís referencias y ellos me hablaron muy bien. Es lo que vi desde que llegué”, explica.
San Román será parte del debut en un torneo que le trajo satisfacciones a Atlético en 2017, cuando llegó a la final y quedó clasificado para la actual Libertadores, que lo tiene en octavos de final. “Hay que apostar a este torneo porque te abre caminos y además es un ingreso importante para el club. Por eso vamos a jugarla con la seriedad que se merece”. Una declaración madura de un jugador que también dice estarlo. Habrá que ver en la cancha.