En la semifinal contra Inglaterra dio una cátedra de fútbol. Ivan Perisic marcó el empate para Croacia, en una jugada de anticipo ofensivo con su zurda para batir a Jordan Pickford y luego estrelló un disparo en un poste. El partido fue a la prórroga y el actual jugador de Inter volvió a ser gran protagonista con una aparición en las inmediaciones del área Pross para disputarle el balón a Stones y asistir a Mario Mandzukic que sentenció el pase a la final.
Los Vatreni irán por toda la gloria el domingo contra Francia, pero de hecho el colosal 2-1 de ayer sobre los ingleses ya coloca a esta generación en lo más alto del podio de la historia futbolística del pequeño país de 4 millones de habitantes, superando el 3er. puesto logrado en Francia 1998.
Aquella vez, la escuadra croata quedó relegada por el mismo rival que tendrá ahora, pero en la final. "En 1998 miraba a Croacia y en Omis, mi pueblo natal, soñaba con marcar un gol importante en la Copa del Mundo", admite el mediapunta.
Y puso en valor lo que aconteció este miércoles en el estadio Luzhnikí, de Moscú. "Esto es algo indescriptible. Es un gran honor para todos los jugadores y para los aficionados, y creo que todavía no somos muy conscientes de lo que representa. ¡La pequeña Croacia está en la final! Antes del Mundial nadie creía que fuésemos a llegar tan lejos, pero nosotros tuvimos fe", contó el mediapunta que aúna calidad y coraje.
Croacia estuvo en desventaja en tres encuentros del Mundial. "Volvió a haber emoción, no podía ser de otra manera. Ya hemos remontado un gol en contra en tres partidos, eso dice mucho de nuestro espíritu de equipo, y es una gran cualidad de esta generación de futbolistas. Ahora nos queda otro partido, estamos más motivados que nunca", destacó Perisic.
"La primera parte no fue buena, empezamos con un poco de indolencia, e Inglaterra mereció marcar. Pero a partir de la segunda jugamos mucho mejor y mostramos nuestro verdadero nivel", reconoció finalmente.