“Estoy sufriendo, no me gustan estas cosas. Lo hago por Marcela, ella me lo pidió”, dice Mauro Matos con la frente visiblemente transpirada, detrás de un enjambre de micrófonos en 2015, cuando jugaba para San Lorenzo. No serán abejas, pero esos micrófonos ponen nervioso al nuevo centrodelantero de Atlético. Marcela se apellida Nicolau y era (sigue siendo) la jefa de prensa del “Ciclón”.
Antes de su diálogo con LG Deportiva, el ex jugador de Chacarita, Gimnasia (LP), entre otros, aclara -muy respetuosamente- la misma situación. Dar entrevistas no es la actividad favorita para Matos, que hará una excepción por tratarse de su llegada al club.
“(Venir a Atlético) era lo que estaba esperando. Tenía ofertas de la B Nacional pero estaba esperando que surja algo de Primera y justo apareció Atlético”, cuenta el porteño.
Atlético no “apareció” de repente. El equipo que dirige Ricardo Zielinski buscaba un 9 desde que decidió prescindir de Mauricio Affonso e Ismael Blanco. Mucho más teniendo a Javier Toledo lesionado por unos cuantos meses más.
Con su contrato finalizado en Chacarita, Matos no analizó demasiado la respuesta. Fue un sí definitivo y no sólo porque se trataba de un equipo de Primera. “Volver a jugar la Libertadores sería algo muy lindo, ni hablar”, se ilusiona, pero también se toma su tiempo. “ Te soy sincero: todavía no sé si me van a inscribir, pero si llego a tener la oportunidad va a ser hermoso. Es una experiencia increíble para cualquier jugador”, agrega.
El año pasado también tuvo la chance de llegar al “Decano”, pero allí si pensó un poco más las cosas. Terminó firmando para el “Funebrero” pese a los consejos de su hermano. Aunque parezca raro, no será el primero de la familia Matos en jugar en Atlético. Sebastián, también nueve de área, jugó en el club e incluso logró el ascenso en 2015.
“Tenía la chance de ir y le pregunté. Me dijo: ‘andá. Es un club lindo y te va a gustar’. Tiene un buen recuerdo y sobre todo por el ascenso”, comentó Mauro sobre su hermano, que ahora defiende los colores de la camiseta de Flandria.
Otro que le dio referencias y muy positivas pese a haber estado mucho menos tiempo, fue Juan Mercier, el primero de los refuerzo y compañero de Matos en San Lorenzo. “En estos días de la negociación (Mercier) me venía comentando del grupo, del club... Va a ser algo lindo reencontrarme con el ‘Pelado’”, comenta Matos. Junto al “Pichi” vivieron los días más felices en San Lorenzo ganando la Copa Libertadores en 2014 y también algunos de los más tristes. Hubo una etapa en la que ninguno de los dos fue tenido en cuenta. “Si al ‘Pichi’ le va bien, a Atlético le irá bien y Atlético podrá conseguir grandes cosas”, añade. Así es la confianza que le tienen, y se tienen.
Por suerte para ambos, las cosas cambiaron de aquel momento a este. Mercier volvió a ser importante para San Lorenzo en la última época y Matos volvió a tener continuidad en el “Funebrero”. “El haber ido a Chacarita me mostró que podía seguir jugando en Primera. Me hizo sentir bien y sin diferencias con el resto de mis compañeros”, explica.
Se trata de una sensación importante para un jugador que el mes próximo cumplirá 36 años y de cuya edad (así como la de Mercier), se habla quizás más que de su juego. “La verdad es que me siento bien físicamente. En la temporada pasada me reencontré con la posibilidad de jugar con continuidad y eso me ayudó muchísimo”, detalla. Matos jugó 17 de los 26 partidos de Chacarita en la Superliga.
Matos firmó, con la compañía del dirigente Miguel Abbondándolo, un contrato de un año a préstamo ayer en Buenos Aires. Cerca de las 20 llegó a Salta, al hotel de la Liga donde está concentrado Atlético. Hoy por la mañana tendrá su primer entrenamiento con el equipo en el turno de la mañana. “Lo importante ahora es eso: llegar rápido y encontrarse con el grupo. Mientras más rápido me adapte, mejor van a ir saliendo las cosas”, dijo.