Desde el mismísimo día en que la Selección se clasificó a los octavos de final, los hinchas argentinos iniciaron un intenso operativo para continuar con su gira de aliento por Kazán, la siguiente parada, la de los octavos de final, mañana contra Francia.

Conocido que la mayoría se aventuró a imaginar a una Argentina líder del Grupo D, y por ende a comprar el boleto anticipado hacia Nizhni Nóvgorod, el camino se tornó aún más sinuoso de lo que realmente ya era, porque Kazán no está cerca de Moscú, el punto de encuentro de la mayoría de los hinchas, y porque la oferta de transporte hacia esta ciudad ubicada al suroeste de Rusia, a orillas de los ríos Volga y Kazanka, no es tan variada como sí lo es hacia otros puntos donde se juega el Mundial. Todos problemas, podría decirse, porque revender la entrada para Croacia-Dinamarca, que en realidad debería haber sido para Argentina-Dinamarca es realmente complicado.

En la venta de último minuto de la FIFA, el único encuentro que ha tenido disponibilidad constante es el de Croacia. El resto del menú de los octavos de final pintó de a ratos. Fueron balas de fogueo. Cuando alguien intentaba comprar, un error inesperado del sistema invitaba a realizar la operación de nuevo. Así, una y otra vez. Un dolor de cabeza.

El tiempo de espera para ingresar al sitio oficial de venta de tickets fue algo así como un parto, aparte. LG Deportiva invirtió la mañana completa y toda la tarde de ayer en pos de conseguir una entrada para el duelo con los galos. Por derecha. Pura espuma, pura ilusión derrochada en una jornada en la que el sol brilló y los hinchas se la pasaron de fiesta en el fan zone de esta capital.


Lo peor de todo no fue el tiempo malgastado, sino que Francia-Argentina salió como oferta posible en dos ocasiones, separadas por una ventana de 3 horas: categoría 1, con un valor de U$S 245. Buenísimo, adentro. Después de seleccionar hasta cuatro boletos como máximo, era escribir un código y dar un nuevo clic. Error, vuelva a realizar la operación. Miles de argentinos rebotaron, desde Moscú pasando por San Petersburgo y el resto del planeta. La FIFA jugó con los sentimientos de los hinchas, fue la queja de la mayoría.

Tocados por la varita

Fernando Carolei, amigo y periodista del Canal América, contó que parte de su entorno sí tuvo suerte. “Nosotros ya teníamos, pero hubo una apertura en un horario extraño en la madrugada en la página de la FIFA y conocidos míos compraron”, relató. Qué suerte. Al que no madruga, Dios lo ayuda, quizás.

Uruguay-Portugal, en Sochi; España-Rusia, acá en Moscú; Suecia-Suiza, en San Petersburgo, tuvieron sus segundos de gloria, a pesar de todo. Francia-Argentina, nada. Brasil-México, en Samara, menos. A la reventa, entonces.

Antes de que comenzara la Copa del Mundo, la FIFA le inició una demanda judicial a la empresa Viagogo AG, un sitio web con sede en Suiza que se dedica al comercio de entradas para diferentes espectáculos. Viagogo comisiona sobre la venta de un tercero. El Mundial, claro, no podía no estar en su cartelera.


En Viagogo, el sueño de alentar a la Selección puede ser posible. Pero… la categoría 3, por ejemplo, cuyo costo inicial era de U$S 105, salió con fritas por 750 euros. Gran negocio. Oferta y demanda, claro. Stub Hub, otro de los puntos de reventa online, puso un piso aún mayor: 850 euros. Solo para pudientes.

A la calle. En Moscú la reventa tiene un punto fuerte en el ingreso al sitio de retiro oficial de la FIFA. Increíble pero real. No pasa nada. Todo caro. Clic en la pantalla del celular, nada todavía en la web de la FIFA. Qué horror. Y van 13 horas.

Catorce horas han pasado desde que la computadora y el celular se prendieron por primera vez. Siempre a la par de la FIFA, pero sin ninguna respuesta. Las voces de los hinchas que siguen en Rusia apunta a jugársela en el Kazan Arena, un estadio de menor capacidad que el de San Petersburgo (65.000 contra 47.000), pero que según se estima será poblado por argentinos. En cancha del Zenit no hubo reventa en sus cercanías, se supone que en Kazán sí, por el simple hecho de que Argentina no tenía en sus planes esta mudanza. Habrá que tener paciencia y especular de la misma forma que hacen las agencias de venta y los cuervos que piden en la calle de U$S 800 hasta el mismísimo infinito. Alentar a la Selección cuesta, y caro.

Todo lo contrario a Croacia-Dinamarca, una ganga estilo venta de garaje.