Después de la controversia del partido ante Suiza, Serbia quiere concentrarse de nuevo en lo deportivo y dar el gran golpe del Mundial de fútbol de Rusia: eliminar a Brasil en la fase de grupos.
"Cualquiera puede ganar a cualquiera. Somos serbios. Nada es imposible. Estoy convencido de que podemos echar a Brasil", dijo el delantero Aleksandar Mitrovic antes del partido de miércoles ante los pentacampeones del mundo en Moscú.
Con una victoria ante Brasil, Serbia, que suma tres puntos, podría de un plumazo alcanzar los octavos de final y dejar a los sudamericanos fuera del torneo. Brasil tiene cuatro unidades, las mismas que una Suiza que se mide en el otro partido a una Costa Rica ya eliminada.
Mitrovic fue centro de la controversia en la derrota serbia por 2-1 ante Suiza, ya que los balcánicos creen que el jugador fue objeto de un penal que no se señaló.
La Federación Serbia de Fútbol (SFF) presentó una queja oficial ante la FIFA, que sin embargo abrió expediente disciplinario al jefe de la federación, Slavisa Kokeza, y al seleccionador, Mladen Krstajic, por sus duras críticas al árbitro alemán Felix Brych.
"Tenemos que corregir los errores que hicimos contra Suiza", dijo hoy Mitrovic en el cuartel general serbio en Svetlogorsk. "Estamos acostumbrados a recorrer los caminos duros. Incluso cuando todos están contra nosotros, seguimos aquí", añadió.