NIZHNI NÓVGOROD.- Aunque hasta ahora el nombre de Zlatko Dalic resultaba poco familiar para el ambiente del fútbol, el director técnico de la selección de Croacia ya dejó en claro un rasgo que lo caracteriza: la inflexibilidad. Lo probó en carne propia Nikola Kalinic, antes del decisivo partido ante Argentina: el delantero de Milan se había negado a entrar los últimos minutos contra Nigeria y a Dalic no le tembló la mano: lo expulsó del Mundial. “Tomé esta decisión porque necesito jugadores sanos y convencidos”, había explicado.
Croacia se quedó con un jugador menos, pero también con un plantel más sólido y cohesionado. Su apuesta por un grupo sano y unido fue el modo que encontró de suplir la falta de tiempo para trabajar mejor aspectos tácticos: en octubre se hizo cargo de Croacia cuando el seleccionado estaba a punto de quedar fuera del Mundial. Y no falló. Le cambió la cara a Croacia y la llevó a Rusia. “No tuvimos mucho tiempo para entrenar ni para prepararnos, por lo que me centré en reunirme con ellos, en la comunicación y en la motivación”, contó.
La perspectiva de jugar contra Argentina le dio la oportunidad de dejar en claro que no siente miedo escénico. Antes del Mundial había considerado al equipo de Lionel Messi como el rival más fácil del grupo y repitió ese concepto tras ganarle 2-0 a Nigeria. “Ya dije que es uno de los partidos más fáciles que podríamos jugar. Hemos estudiado a Argentina hasta el mínimo detalle. Respetamos a todos los rivales, pero no nos ajustaremos a ellos”, avisó. (DPA)