Si hubiese estado la multitud que en cada partido peregrina para seguir a Atlético, la escena iba a ser festejada, por ejemplo, como el gol de Cristian Zampedri en Quito en aquella dramática noche del “Decano” en la Copa Libertadores. “Estoy feliz de poder volver a entrenar normalmente”, le confirmó Cristian Lucchetti a LG Deportiva. Sí, “Laucha” volvió a atajar, sin la presión de la competencia. Sólo con la compañía de Andrés Jemio, pero fue suficiente contexto de exigencia para confirmar lo que el equipo médico estimaba iba a pasar tras la lesión en el hombro: el tendón del arquero que el 26 de junio cumplirá 40 años, sanó ocho meses después. “Sí, dolor siempre queda, pero se va a ir yendo”, reconoció el mendocino que se lastimó en noviembre de 2017.
Anoche, en la sede del club, el “Laucha” firmó el contrato que lo liga al “Decano” por un año más. Lo hizo ante la mirada de los dirigentes Enrique Salvatierra y Mario Ávila.
Con los trabajos que realizó bajo la supervisión de Jemio, hay luz verde para lo que tanto deseaba el guardameta en este tiempo. “Lo que más anhelaba era entrenar a la par de mis compañeros”, reconoció. El capitán “decano” no se quedó quieto luego de la intervención quirúrgica. “Seguí entrenando, no me tomé vacaciones para comenzar de manera normal”, explicó Luchetti. Entonces todo está dado para que el próximo miércoles “Laucha” esté presente en el inicio de la pretemporada que tendrá como objetivo llegar lo más lejos posible, sin dar prioridades, a las tres competencias que Atlético tiene: la Superliga, la Copa Libertadores y la Copa Argentina. “Voy a ir entrenando paulatinamente. Si juego o no ya dependerá del entrenador”, aceptó Luchetti, que sabe lo que es pelear por un lugar en seis clubes diferentes.
Durante su ausencia pasaron muchas cosas en la valla “decana”. Y, curiosamente, siguieron surgiendo complicaciones, pero tuvieron resolución positiva, ya sea por el plantel que logró conformar Ricardo Zielinski y también por las habilidades dirigenciales. Alejandro Sánchez fue el primero que le puso remedio a los problemas en el arco ni bien se lesionó Lucchetti en el partido de la semifinal de la Copa Argentina ante Rosario Central en Formosa. Fue héroe esa noche con dos penales atajados. Después de intensas negociaciones con River, arribó Augusto Batalla, custodio más que aceptado por la hinchada y con buen rendimiento, pero con problemas físicos en el cierre de las actividades.
Franco Pizzicannella es otro que se suma para estar en el puesto en el segundo semestre. Al joven le tocó un debut duro en Paraguay, donde Atlético abrochó el histórico pase a los octavos de final de la Copa Libertadores.
Zielinski tiene de esos problemas que se dicen lindos para un entrenador: cualquier elección viene precedida con un buen antecedente. “Si juego o no dependerá del entrenador”, insistió Luchetti. Lo que es seguro es que Luchetti, para lo que se viene, tiene el “combo” más seductor; es seguro, en ocasiones convierte goles y, por sobre todo, es ídolo de la hinchada, que sólo con saber que ya puede estar de nuevo bajo los tres palos desea que se ponga el buzo el próximo 22 de julio ante Tristán Suárez en la Copa Argentina.
“Se trata de que, a poquito, vaya sacándome el miedo a caer, a trabar. Eso te lo sacás con los entrenamientos y con el día a día”, analizó. “Pero distinto es que el médico te diga que no estás para jugar, que te podés lesionar y otra cosa que te diga que estás bien. ‘Metéle para adelante que es cuestión de tiempo’”, dijo Lucchetti.