LA MALBAIE, Canadá.- Tensiones con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y preocupaciones globales anticipan una cumbre compleja para los líderes del Grupo de los Siete (G7), que se reúnen desde hoy, en Canadá.
El encuentro, en el que participan Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, estará marcado por varios temas políticos y comerciales, y por Trump.
El presidente de Estados Unidos se ha convertido en un enorme reto para sus aliados porque no reconoce pactos. En asuntos comerciales, climáticos y políticos, podrían ser difíciles los consensos con Estados Unidos.
El tema de los aranceles también será central en la cumbre. Estados Unidos impuso aranceles al acero y al aluminio de la Unión Europea (UE), Canadá y México. Si algo dejó claro es que para él los papeles de amigos y rivales son intercambiables. La UE es el mayor aliado transatlántico de Estados Unidos, y que Canadá y México son sus mayores socios comerciales.
Italia y España estrenarán gobierno. Se presentará el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, como cabeza del nuevo Gobierno populista formado por el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga, una combinación de euroescépticos y ultraderechistas.
Es previsible que Irán y el pacto nuclear, del cual Trump decidió de manera unilateral hace un mes retirarse, estará en el temario. El pacto, por el cual Irán se comprometió a no fabricar armas nucleares y los demás a levantar las sanciones económicas que le habían impuesto, fue alcanzado en 2015 por Alemania, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Rusia y China con Irán. Los demás países quieren mantenerlo, pero Trump amenaza con sancionar a empresas que hagan negocios con Irán. Muchas compañías europeas están entre la espada y la pared y la UE busca cuidar sus intereses.
En Canadá estarán algunos de los responsables de gestionar la cumbre entre Trump y el líder norcoreano Kim jong-un, por lo que se esperan novedades sobre el encuentro del 12 de junio, en Singapur.
Los organizadores de la cumbre también se preparan para enfrentar protestas durante los dos días que dure el encuentro.
Ayer, disfrazados con grandes cabezas con la cara de los líderes de siete de las mayores economías del mundo, activistas de la organización Oxfam denunciaron la inequidad económica que sufren las mujeres.
“Nuestra economía global está generando extrema riqueza sobre las espaldas de las mujeres más pobres: mujeres que cosen nuestra ropa, cultivan nuestros alimentos y crian a nuestros niños”, dijo el director ejecutivo de Oxfam, Winnie Byanyima.
La equidad de género es uno de los temas impulsados por el primer ministro de Canadá, Justin Trudeaux, como prioridad de la Presidencia rotativa del G7, que su país ocupa este año.
Oxfam pidió más inversión en servicios básicos como educación, salud, distribución equitativa del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado y políticas de desarrollo con perspectiva de género. (DPA)