En un vestuario donde brotaba la felicidad por los poros de la piel de sus asistentes, un largo abrazo entre Roberto Sagra y Daniel Galina, presidente y vicepresidente 1° de San Martín, respectivamente, marcaba a fuego lo que fueron hasta ayer esos 353 días de trabajo a todo vapor, ahora consagrados con el tan esperado ascenso a la Superliga.
“Este logro llegó por el esfuerzo de cada uno de los que trabajamos en este club. Cuando asumimos, nos juramentamos aportar lo que cada uno pudiera para hacer realidad el tan ansiado objetivo”, afirmó un exultante Sagra.
En otro tramo de la charla con LG Deportiva, cuando se le preguntó sobre la continuidad del técnico Rubén Darío Forestello, señaló: “en estos momentos queremos festejar lo que obtuvimos con tanto sacrificio. Luego analizaremos el futuro. Lo que nos deja tranquilo es que él se quiere quedar y nosotros pensamos que tiene que ser el entrenador en la Superliga. Esto puede simplificar las negociaciones entre las partes”, sostuvo esperanzado el titular “santo”.
A quien le costaba enhebrar palabras era a Galina. “Si hubiera soñado esto, no habría sido tan impresionante como lo estoy viviendo en estos momentos. Siento una felicidad inmensa por haber estado a la par de Roberto (Sagra) y junto a un grupo de directivos que trabajaron arduamente para que esto se concrete”, manifestó el dirigente.
Galina recordó aquellos tiempos cuando acompañaba al equipo como hincha. Tiempos buenos, y otros quizás no tanto, de lágrimas peleadas con la felicidad.
Pero los tiempos cambian y San Martín cambió. “Que sea dirigente no evita que exprese la misma pasión que tenía en aquellos tiempos cuando iba a la popular como un simpatizante más. Mi amor por San Martín será eterno”.