Un automovilista tomó la imagen superior que acompaña esta columna, dando cuenta de un hecho irregular que observó en la Ruta 307, que une San Miguel de Tucumán con El Mollar Tafí del Valle y el resto de los Valles Calchquíes. En un tramo de esa ruta fotografió a dos personas que, sin permiso, recogían leña de un árbol recién talado del cerro y la cargaban en una camioneta particular. “Aniquilan los árboles, lenta e inexorablemente, ante la total pasividad e inacción de la Dirección de Recursos Forestales de Tucumán”, se queja el lector. Y señala que, teóricamente, en el lugar debería estar un guardaparque para resguardar la flora y evitar que ocurran esos hechos irregulares. ¿Dónde estará?, se pregunta, y reclama más acción, también policial.
VENDEN EMPANADAS SIN CONTROL DE SANIDAD
Un vecino se pregunta cómo las personas de la imagen pueden estar vendiendo comida en la vía pública, en algún punto de las principales avenidas de San Miguel de Tucumán. Señala que sin pagar impuestos y sin respetar normas de higiene, se pregunta, “¿dónde está Bromatología de la Provincia? A ellos, “¿quién los controla?, o ¿es competencia de la Municipalidad capitalina?”, añade.
UNA PÉRDIDA DE AGUA QUE LLEVA AÑOS
Una lectora denuncia que existe hace años una pérdida de agua potable en plena vía pública en la esquina de América y Mendoza, en Lastenia. “Es una lástima que se esté desperdiciando agua desde hace tanto tiempo”, se queja. Así, la vecina critica la inacción de la SAT, que nunca se llegó por el lugar a reparar esa vieja pérdida.
AGUA CON OLOR A ORINA EN LOMAS DE TAFÍ
Desde Lomas de Tafí, un vecino eleva su protesta por el mal servicio que presta la SAT, desde diciembre pasado. Denuncia que, desde aquel día, el agua potable sale por las cañerías con olor a orina. “Pago puntualmente el servicio y recibo esto por las canillas”, reclama. Comenta que con ese líquido regó la planta de una maceta “y se secó de inmediato”, por lo reclama que la SAT mejore sensiblemente el servicio. “Los vecinos ya estamos cansados; si no ofrecen un mejor servicio, dejaremos de pagar lo que nos cobran”, advierte.
ÁRBOL TALADO EN AVENIDA ROCA AL 300
Un lector advierte que pasaron varios días sin que la Municipalidad capitalina recogiera los restos de un árbol que fue talado en el interior de una vivienda, cuyos pedazos de troncos y ramas fueron abandonados en la vereda del inmueble ubicado en avenida Roca al 300, entre Congreso y Las Heras. El vecino se queja: “otra vez, y otro árbol es destruido por la mano irresponsable del hombre; en lugar de cuidarlo y aprovechar la sombra que brindaba y protección contra las altas temperaturas, prefirieron voltearlo; es una lástima que ese propietario despreciara a la naturaleza”, se quejó el lector.
AUTOS ESTACIONAN EN LA VEREDA
Una vecina denuncia que es imposible caminar por las veredas porque viven autos estacionados, que las rompen e impiden caminar con tranquilidad a las personas mayores. Las críticas señalan a lo que detectó en el pasaje Paul Groussac y avenida Mate de Luna. Afirma que este problema se repite hace varios meses, al igual que el ripio y la arena que dejan los vecinos en las veredas, que también dificulta caminar, obligándolos a bajar a la calle con los peligros que significa.
PARRILLADA EN PLENA VÍA PÚBLICA
Diego de Villarroel esquina pasaje Martín Fierro, en Villa 9 de julio. Una vecina comenta que, impunemente y de manera constante, una pareja de adultos ocupa la vereda de esa esquina colocando una parrilla, mesa y parlantes con música alta, ofreciendo su servicio de gastronomía. “Esta gente hace lo que quiere; el puesto allí instalado evita el descanso de los pasajeros cuando bajan de los colectivos, e impide el libre tránsito de los vecinos”, señala. “Parece una zona liberada, porque llamamos al servicio policial 911 y a la Comisaría 10, y nunca obtuvimos ninguna respuesta”, se queja.
PÉRDIDA DE AGUA EN AYACUCHO AL 1.400
Un lector envió la foto superior, denunciando que en Ayacucho al 1.400, aflora por el pavimento, desde hace varios meses, agua potable. Afirma que el salida del líquido no sólo termina generando charcos a lo largo de su recorrido, sino que la falta de reparación de la rotura provoca que los vecinos reciban el agua con menos presión, impidiendo contar con un servicio que pagan puntualmente, afirma.