Mauricio Macri tenía previsto venir al NOA antes de que ayer firmara el veto a la ley con la cual la oposición buscaba retrotraer el valor de las tarifas a noviembre pasado. El presidente de la Nación se instaló ayer en Cachi (Salta) junto con algunos miembros de su gabinete.
Hay una clara intención del jefe de Cambiemos de federalizar acuerdos con los mandatarios provinciales. Tiene en vista, por un lado, las medidas que deberá adoptar este año para seguir bajando el déficit fiscal; y, por el otro, el diseño del Presupuesto Nacional 2019, con las restricciones propias de un país que busca enderezar el rumbo de su economía.
Pero la foto de ayer fue incompleta. Sólo el anfitrión, Juan Manuel Urtubey, pudo intercambiar opiniones con el jefe de Estado. Juan Manzur, en tanto, se quedó varado, por cuestiones climáticas, en el aeropuerto Benjamín Matienzo. El piloto oficial recomendó que el helicóptero de la provincia no vuele hacia los Valles Calchaquíes porque las condiciones no eran óptimas. “No pongo excusas; soy claro y siempre dije que cada vez que el Presidente me llame, estaré”, dijo el tucumano que tiene previsto asistir hoy a la otra cumbre que Macri tendrá en Termas de Río Hondo con la catamarqueña Lucía Corpacci y el santiagueño Gerardo Zamora.
El Presidente necesita recuperar la iniciativa política. La crisis cambiaria (el dólar trepó ayer a $ 25,51) y la derrota en el Congreso, que terminó con el veto presidencial a la ley “antitarifas”, golpean todavía más su imagen, en medio de la disputa con el sindicalismo, que amenaza con un paro para el próximo viernes. Para evitar otro dolor de cabeza, precisa el respaldo de los gobernadores aliados y de los del PJ.